"Habría que recuperar el espíritu de Ajuria Enea"

Si, como es previsible, Txiki Benegas (Caracas, 1948) es reelegido diputado y completa la próxima legislatura, sumará 28 años en el Congreso.

Pregunta. Son muchos años.

Respuesta. Son bastantes. Siempre tenemos la discusión de si la política es una vocación o una profesión. En mi caso es una vocación. Somos la generación que no decidimos voluntariamente estar en política. Luchábamos contra el franquismo y el cambio en España nos lleva a las responsabilidades políticas casi sin decidirlo. Pero luego se abre en uno la vocación por la vida pública. Ahora, en algún momento hay que dar paso a las nuevas generaciones.

P. Algunos miembros de la ejecutiva vizcaína del PSE criticó su inclusión en las listas.

R. Hubo algún problema, pero sabían que la decisión de los órganos federales era que quienes habían sido secretarios generales o vicesecretarios o secretarios de Organización fueran en las listas si querían. No ha habido más problemas que los habituales al hacer una lista.

P. Usted ha sido protagonista destacado de un tiempo de colaboración con el PNV. ¿Es recuperable?

R. Ha habido diferentes PNV durante estos años. El del Arriaga no tiene nada que ver con el de Lizarra y el actual me da la impresión de que está despegando de Lizarra. Fue posible colaborar cuando el PNV se movió en el marco de la Constitución y el Estatuto. Fueron etapas fructíferas para el País Vasco. Hoy no hay esas condiciones, aunque sigo pensando que algo que se hizo entonces, el Pacto de Ajuria Enea, tiene vigencia actualmente. Quizá después de las elecciones habría que hacer un esfuerzo por recuperar al menos el espíritu del Pacto de Ajuria Enea en dos direcciones: unidad de los demócratas en la prioridad de terminar con ETA y mantener con firmeza que no cabe negociación política con los terroristas. Deberíamos hacer todo el esfuerzo por intentarlo al menos. Nos lo está pidiendo la sociedad vasca.

P. ¿No es ilusorio en la situación actual?

R. Es un objetivo necesario. Y hay otro problema. Cualquier debate político en una sociedad como ésta está viciado por la violencia. Ibarretxe debe entender que el debate que pretende está viciado de origen, no porque ETA marque la agenda, sino porque si parte de la sociedad no se siente libre, la libertad está quebrada. Debería posponer u olvidar su plan hasta que terminemos con ETA, y luego veremos cómo discutir con calma y sin amenazas el futuro de este país.

P. ¿El discurso socialista se ha quedado atrapado entre los nacionalistas y el PP?

R. Tenemos un problema de espacio. Somos partidarios del diálogo, la integración. El enfrentamiento permanente da más publicidad a los extremos. Ahora, la gente está bastante cansada de las políticas de enfrentamiento que no resuelven los problemas. Hay que cambiar el Gobierno en Madrid para que tenga otras características: mantener con claridad la firmeza democrática en la lucha contra el terrorismo, pero entender que eso no es incompatible con un diálogo institucional entre gobiernos, aunque sea para discrepar.

P. ¿Qué resultado han tenido ocho años de Gobierno de Aznar?

R. Hay éxitos en la lucha contra el terrorismo, pero en la sociedad vasca esa política ha enrarecido mucho la relación entre partidos y entre las instituciones. No es comprensible que los gobiernos no colaboren, no haya un mínimo intercambio de información para acabar con ETA. Deberíamos rebajar la tensión política entre los demócratas.

P. Confían en recuperar el segundo puesto en Euskadi que les arrebató el PP.

R. Ya lo recuperamos en las municipales y consolidarlo ahora es fundamental. El PSE debe ser un partido necesario en el sentido de condicionar la política vasca. Sólo así te conviertes algún día en alternativa.