Los emergentes tocan fondo

La financiación internacional de los países emergentes crecerá por segundo año consecutivo gracias a las mejores perspectivas de la economía mundial y los bajos tipos de interés. Asia y Latinoamérica serán las principales áreas beneficiadas, de manera especial China y Brasil, por el fuerte ritmo de sus economías, que podrían crecer este año un 3,4% y un 6,7%, respectivamente, según estimaciones del Institute of Internacional Finance Inc (IIE), que engloba a las más destacadas instituciones financieras del mundo.

China y Brasil ocuparán los primeros destinos de la inversión extranjera privada este año, y los bancos mundiales volverán a ser prestamistas netos

Los flujos netos de capital privado en los mercados emergentes se aceleraron de forma significativa en los últimos meses del pasado año en que se alcanzaron los 187.000 millones de dólares, el máximo de los últimos tres años, lo que significa un incremento interanual del 50%. Las proyecciones para este año son que estas economías seguirán atrayendo capital extranjero privado por un monto neto de unos 196.000 millones de dólares, si bien la institución advierte de riesgos como el de una subida mayor de lo esperado de los tipos de interés estadounidenses, un crecimiento de las economías ricas más débil de lo previsto, o un deterioro de la calidad crediticia entre los países emergentes más endeudados.

"El fuerte incremento de los flujos hacia los mercados emergentes en 2003 y el consiguiente estrechamiento de los diferenciales (riesgo-país) reflejan el entorno de bajos tipos de interés y, en cierta medida, el mejor rendimiento de las políticas llevadas a cabo en esos países. Pero una prudente gestión del riesgo por parte de los inversores y prestamistas sigue siendo una prioridad", afirma Josef Ackermann, presidente del IIF, y del Deutsche Bank.

China y Brasil

El IIF destaca la recuperación de la inversión directa, que aumenta su peso en el total y que, durante este año, podría alcanzar los 111.000 millones de dólares desde el mínimo de los últimos siete años de 94.000 millones, alcanzado en 2003. China y Brasil ocuparían los primeros puestos como destinos. Además, prevé que los bancos internacionales vuelvan a ser prestamistas netos, por segunda vez en el último septenio, sobre todo con Asia, pero también cabe esperar que participen en la financiación de empresas de países europeos emergentes con escasa presencia en los mercados de bonos.

A través de estos instrumentos y aprovechando los aún menores costes de financiación, empresas y gobiernos de las economías menos desarrolladas obtengan la abultada cifra de 45.000 millones de dólares, el mayor volumen desde 1998.

Las perspectivas de un crecimiento global sólido y unas políticas monetarias laxas en la mayoría de las principales economías "han creado un entorno positivo para las finanzas de los mercados emergentes" y "los inversores han respondido favorablemente a los esfuerzos de países emergentes clave por mejorar sus políticas", señala el IIE. Este sentimiento positivo tiene su reflejo en el incremento, registrado desde principios de año, de los programas de deuda, sobre todo en moneda extranjera, y en el apetito de los inversores, no sólo por los bonos, sino también por las acciones, donde se calculan inversiones netas por 139.000 millones dólares, un aumento del 13% sobre 2003, ante las expectativas de que un mayor crecimiento global se traslade a los beneficios empresariales.

El IIF destaca el aumento de la inversión directa, que podría alcanzar los 111.000 millones de dólares desde el mínimo de los últimos siete años de 94.000 millones, alcanzado en 2003 (China y Brasil serían los mayores receptores).

Cooperación bancaria

Asimismo, los bancos volverían a su posición de prestamistas netos, por segunda vez también en los últimos siete años, sobre todo con Asia, pero también cabe esperar que participen en la financiación de empresas de países europeos emergentes con escasa presencia en los mercados de bonos. Sólo a través de estos instrumentos y aprovechando los aún bajos tipos de interés, se espera que este año empresas y Gobiernos de los países menos desarrollados obtengan financiación por la abultada cifra de 45.000 millones de dólares, el mayor volumen desde 1998.

El IIF, que subraya la estrecha correlación que existe desde la década de los noventa entre el crecimiento económico de las economías industrializadas y los flujos de capital hacia los mercados emergentes, cuenta con que la Reserva Federal suba 75 puntos básicos los tipos de interés a final del año, pero alerta sobre los efectos negativos de una continuada debilidad del dólar.

"Una mayor depreciación del dólar aumentaría la prima de riesgo de los activos estadounidenses añadiendo volatilidad a los mercados y un sobrecalentamiento de las rentabilidades de los bonos a largo plazo, con negativas consecuencia para los flujos de capital destinados a las economías emergentes", sostiene el IIF.