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Reportaje:REPORTAJE

El honor perdido de la joven Sibel

La actriz turco-alemana de 23 años Sibel Kekilli pasó en 48 horas de diva triunfadora de la película Gegen die Wand -Contra la pared-, galardonada con el Oso de Oro en la reciente Berlinale, a verse atropellada por su pasado de protagonista de películas porno. Azuzada por la prensa amarilla alemana y repudiada por su familia turca, Kekilli, a caballo entre dos culturas, se defiende y lucha por su libertad.

El cine alemán tuvo que esperar 18 años para volver a ganar un Oso de Oro en la Berlinale. La única película turca que cazó el ansiado oso cumple ahora 40 años. El director de origen turco Fatih Akin, de 30 años, con su productora Corazón International, actores turco-alemanes y la turbulenta historia de una pareja de turcos de tercera generación en Alemania, consiguió en la Berlinale de este año poner fin a la sequía.

"Sibel se mudó hace dos años a Hamburgo. Al parecer trabajaba en el Ayuntamiento, y ahora esta noticia... Nunca la perdonaré", dice el padre de la actriz
La actriz defiende su papel en la película vencedora de la Berlinale y pregunta si habría tenido que pedir disculpas por haber trabajado en películas porno

El público y la crítica celebraron con júbilo el descubrimiento de una nueva estrella de la pantalla: la protagonista de la película, la turco-alemana de 23 años Sibel Kekilli. En la gala de la entrega de los premios, el sábado 14 de febrero, Kekilli besaba con fruición el oso de oro.

A la caza

Las mieles del triunfo duraron menos de 48 horas. El lunes por la mañana, el periódico Bild Zeitung, que con cuatro millones de tirada constituye el alimento intelectual cotidiano de 12 millones de lectores, abría su primera plana con un signo de interrogación: "¿Diva del cine, en realidad una estrella del porno?". El fotograma de una película pornográfica que publicaba Bild no dejaba el menor resquicio de duda: Sibel Kekilli, la protagonista de la película ganadora del Oso de Oro había actuado en películas pornográficas. El escándalo estaba servido.

Desde aquel día, el acoso del diario amarillista alemán no cesó. Los titulares se sucedían: "¿Por qué rodó la delicada diva pornos tan duros?", "Consternada, su familia se distancia de ella", "La triste hermana gemela de la diva pecadora", "La pecadora diva del cine no se arrepiente de nada". "Uschi Glas [actriz alemana de gran éxito en los años sesenta] apoya con valor a la pecadora diva del cine". "La estrella de la Berlinale nos muestra sus desnudos y... una vez más con un oso de por medio". Una fotografía mostraba a la actriz desnuda con un oso, éste de peluche, sobre uno de sus pechos al aire.

Fiel al modelo que inspiró al premio Nobel alemán Heinrich Böll cuando escribió El honor perdido de Katharina Blum, no parece Bild dispuesto a soltar la presa: una joven turco-alemana de 23 años que osó saltar al estrellato, tras haber protagonizado media docena de películas de porno duro y posado desnuda para un libro de fotografías. El diario amarillista citaba a una tal Anja Juliette Laval, también actriz porno, que afirmaba haber rodado dos largometrajes con Kekilli: "Yo tenía la impresión de que ella disfrutaba con las escenas".

No quedaron ahí las cosas. En Heilbronn, una ciudad de algo más de 100.000 habitantes en el sur de Alemania, los sabuesos de Bild encontraron a la familia de la actriz. Turcos afincados en Alemania desde el año 1977, nacionalizados alemanes, prototipos de la emigración que a base de sudor y lágrimas ha conseguido subir en la escala social desde el proletariado casi marginal hasta una nueva clase media. El periódico cita a Mehmet, de 44 años, el padre de la actriz, que "en una casa unifamiliar pintada de amarillo en un entorno burgués dice con lágrimas en los ojos que la deshonra de la familia es demasiado grande". El padre, obrero desde hace 25 años en un taller que produce herramientas, declara: "Sibel se mudó hace dos años a Hamburgo. Al parecer trabajaba en el Ayuntamiento, y ahora esta noticia. Nunca la perdonaré. No quiero verla nunca más".

Mensaje

El director de la película, Akin, salió en defensa de su protagonista y declaró que él ya conocía el pasado de Sibel Kekilli, a la que contrató una buscadora de talentos cuando la vio en un supermercado. Akin calificó de "mojigata y repulsiva" la información sobre el pasado de actriz porno de Kekilli. En una larga entrevista en el dominical del prestigioso Frankfurter Allgemeine, Kekilli respondió a los que la crucificaban con titulares y lanzó un mensaje reconciliador hacia su familia.

A la pregunta de por qué rodó películas pornográficas, la actriz responde con sencillez: "Por falta de dinero. Yo siempre había tenido trabajillos, vendedora de frutas y verduras, camarera, portera e incluso fui durante un mes gerente de un club nocturno. Era joven y necesitaba el dinero. Haber hecho esas películas fue también quizá una forma de rebelión".

Define Kekilli a sus padres como "modernos y abiertos", pero les habría gustado que siguiese toda la vida como empleada del Ayuntamiento de Heilbronn, donde trabajaba en el departamento encargado de la recogida de basura. Reconoce la joven que nunca les había contado lo de sus películas porno a sus padres, "habría sido demasiado duro para ellos", y afirma que puede comprenderles por lo ocurrido: "Lo siento de verdad, pero pasó así y ni puedo ni quisiera ahora cambiarlo. No le debo rendir cuentas a nadie. Cada persona tiene un pasado. Yo tengo 23 años y el mío ha sido quizá más movido, pero así son las cosas y yo no puedo borrarlo". Describe Kekilli su identidad entre dos culturas, la alemana y la turca, y reconoce que ni ella misma sabe cómo se siente en esa situación: "Por el pasaporte soy alemana y he llevado una vida por completo alemana. Me siento alemana, pero con raíces turcas".

La actriz defiende su papel en la película vencedora de la Berlinale y pregunta si habría tenido que presentarse ante el público y pedir disculpas por haber trabajado en películas porno. Sobre su actuación como actriz en la película galardonada pregunta: "¿Qué tiene que ver la pornografía con la interpretación? Discúlpenme, pero ¿qué tiene que ver el follar con un papel dramático?". En la entrevista denuncia Kekilli los métodos de trabajo de Bild: "Me dicen que se van a lanzar sobre mis padres, pero que los pueden dejar en paz si les doy una entrevista. Con certeza no me dejaré chantajear por esa gente".

Chivatazo

Las sospechas de haber dado el chivatazo al sensacionalista Bild sobre las películas porno de Kekilli apuntan a Klaus Goldberg, jefe de Magmafilms. El productor reconoce al periódico izquierdista de Berlín Die

Tageszeitung que se limitó a confirmar la información cuando Bild le preguntó. La productora anuncia para este marzo una reedición de las películas porno de Kekilli. El productor porno declara: "Como gentes de negocios tenemos que reaccionar ante la creciente demanda". Al mismo tiempo se estrenará en toda Alemania la película ganadora del Oso de Oro. El éxito con todo el escándalo está garantizado.

El futuro de la actriz Kekilli se presenta algo más incierto. De momento ha conseguido un papel de italiana en una nueva película y ella se alegra de no quedar encasillada como turca.

La actriz Sibel Kekilli, a su llegada a la Berlinale el pasado día 14.
La actriz Sibel Kekilli, a su llegada a la Berlinale el pasado día 14.AFP

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