El escaño alicantino
Ésta es una campaña en la que todo va a depender de 10 o 13 escaños, los que dan o quitan la mayoría absoluta a Mariano Rajoy y al PP. Uno de esos escaños está en Alicante. Históricamente, el PP y el PSOE han obtenido resultados similares, hasta que en 2000 el PP pegó un estirón y ganó 7-4. El PSOE pretende ahora recuperar un escaño y el PP, no perderlo. Tan importante le parece al PP asegurarse esta plaza que ha traído al candidato a presidente del Gobierno para abrir la campaña. La ciudad parece tomárselo con calma. Alicante decidió hace tiempo que los carteles, vallas y caravanas eran cosas del pasado y que lo importante son los medios de comunicación. Así que nadie diría ayer en la calle -lucía el sol mientras media España se helaba- que estamos en vísperas electorales.
La pelea de Alicante es extraña porque los oponentes son radicalmente distintos. La lista del PP está encabezada por Federico Trillo-Figueroa, 51 años, ministro de Defensa y ex presidente del Congreso, y la del PSOE por Leire Pajín, diputada de 27 años y el miembro más joven de la ejecutiva federal socialista. Trillo se presenta por esta provincia desde hace 20 años, pero es cunero y se aloja en un hotel. Quizás para compensar lleva de número dos a una ex diputada autonómica llamada Macarena Montesinos y que es tan de Alicante, y tan de derechas, que su familia fundó Alianza Popular en esa provincia. Pajín llegó a Benidorm con cuatro años y sus padres son tan de izquierdas que tienen cargos en la agrupación local del PSOE casi desde que llegaron. Es diputada desde 2000 pero es la primera vez que encabeza la lista.
El ministro es muy conocido, quizás más que Pajín, pero no está, desde luego, en sus mejores momentos, con los incidentes sobre Perejil y Marruecos o el accidente del avión Yak-42 que costó la vida a 62 militares españoles. El PP, dicen los expertos, necesita movilizar voto a voto, en pueblos pequeños y muy pequeños, mientras que el PSOE necesita sacar de la abstención a los remisos de las localidades más habitadas. Son estrategias distintas, pero de momento da la impresión de que el PP es capaz de movilizar más recursos que el PSOE.
Muchos creen que lo único sorprendente que ha pasado en Alicante en los últimos tiempos fue el extraordinario éxito de la manifestación contra la guerra de Irak. Fue uno de los lugares en los que resultó más asombroso que tanta gente saliera a la calle y mostrara un enfado tan generalizado. Es cierto, reconocen los socialistas, que eso no impidió que el alcalde popular consiguiera su tercera mayoría absoluta consecutiva. Pero una cosa son la municipales y otra las generales, con el ministro de Defensa a la cabeza, confían.
Pase lo que pase, ésta será una de las ciudades laboratorio para saber hasta qué punto ha tenido éxito la estrategia popular de dejar fuera de la campaña todo lo relacionado con Irak y las nunca halladas armas de destrucción masiva. Y hasta qué punto tenía razón Bertrand Russell cuando escribió que es indeseable creer algo cuando no hay fundamento alguno para suponer que sea verdadero.
Trillo ha optado por una campaña muy directa en la que casi no habrá grandes mítines, excepción hecha del de ayer. Y Leire Pajín, por una centrada en los núcleos urbanos y en mensajes que movilicen a los 71.000 jóvenes que pueden ser nuevos votantes. Ellos son, en teoría, los destinatarios de algunas de las denuncias de la diputada. Por ejemplo, que ésta sea una de las ciudades con menos zonas verdes del país. O que no haya equipamiento cultural y para escuchar música tengan que viajar a Murcia...
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.