"Nadie me ha regalado nada en mi carrera política"

Licenciada en Derecho, María Jesús Botella (Madrid, 1962) se sumergió en la política a mediados de los noventa con destino en Córdoba. Asegura que su carrera no ha sido tan corta y no escatima en modestia.

Pregunta. Debutará en el Parlamento andaluz. ¿Le han dado algún consejo?

Respuesta. La verdad es que no, y mira que he pedido a mis compañeros que me ayuden. De todas maneras, creo que en el Parlamento puedo aportar mi conocimiento de la provincia, y creo que lo prioritario es que Córdoba pinte más.

P. ¿No le hubiera gustado ir en las listas al Congreso y volver más a su ciudad natal?

R. No es una cuestión de lo que te guste más o menos. Estamos en un partido y es una decisión que no he tomado yo. Es un honor. Es cierto que hay compañeros con más méritos que yo, seguro que los hay. Espero estar a la altura.

P. Edil en Córdoba, portavoz en la Diputación y ahora parlamentaria, ¿No es demasiado equipaje?

R. En la vida nada es inamovible. Espero tener como medida la capacidad y responder a las exigencias propias y de los demás. Ya se valorará si es demasiado equipaje.

P. ¿Con qué soñaba cuando era niña?

R. La verdad es que no tenía un sueño concreto. Posiblemente ser como mi madre, es decir, ser madre, que eso ya es mucho, pero las circunstancias cambian y me invadió una pasión política.

P. ¿Qué hace para escapar de la política?

R. Estar con mis hijos, sobre todo con el pequeño, que tiene 4 años. Relaja mucho y vuelves a lo que es lo auténticamente importante, a la lógica aplastante de los niños.

P. ¿Es difícil librarse del estigma de ser cuñada de Aznar?

R. Para mí nunca fue un estigma, no es algo de lo que quiera escapar. Es un honor.

P. ¿Perjudica o beneficia?

R. Al principio es una ventaja o una oportunidad, como cuando un entrenador saca a un jugador al campo. Luego se hace lo que buenamente se puede hacer.

P. ¿Ha sido Aznar su entrenador?

R. No hombre, no, pero me ha dado la oportunidad. Fue una de las cosas que me animaron a entrar en política.

P. ¿No le envidian los compañeros por su corta y meteórica carrera política?

R. No es tan corta. Ha sido un recorrido largo y no ha sido un camino de rosas, aunque también he encontrado muchas satisfacciones. Pero nadie me ha regalado nada.