La "paz social" del PP
Ayer pude escuchar en la SER a uno de los colaboradores de Pedro Calvo (concejal de la Policía Municipal) dar su opinión sobre ese punto del "preacuerdo" del convenio de la Policía Municipal en el que se habla de "la paz social", y por el que los firmantes deben renunciar a realizar acciones sindicales durante cuatro años.
Sus explicaciones sobre ese punto de la "paz social" se redujeron a que "uno debe cumplir lo que firma". Hombre, que uno deba cumplir lo que se firma está bien, pero creo que la contestación es raquítica, y a estas alturas, poco seria. En mi opinión, para acercarse al concepto de "paz social" debe haber, por parte de los sindicatos y de la corporación, vocación negociadora y, por supuesto, "buenas intenciones".
Pero, ¿cómo hablar de las "buenas intenciones" y de la "paz social", cuando a la vez el Ayuntamiento de Madrid (PP) deniega información necesaria para la actividad sindical, constituyendo una vulneración de derechos fundamentales, como se ha podido demostrar? Claro que esto de la falta de información empieza a ser serio si uno coge EL PAÍS y lee en titulares Ruiz-Gallardón sólo admite que la oposición esté informada si no resta eficacia al Consistorio.
¿Qué está ocurriendo entonces en este Ayuntamiento? ¿Es compatible la "paz social" y a la vez la desinformación a los sindicatos vulnerando derechos fundamentales? Es más: ¿es posible que el Ayuntamiento pretenda que firmemos una cláusula para comprometernos los trabajadores de la Policía Municipal a no hacer acciones sindicales durante cuatro años, cuando en la actualidad, y ante la cerrazón de la corporación, el sindicato UPM (entre otros), para conseguir lo que es justo, debe recurrir a los juzgados como, por ejemplo, ha ocurrido con el desglose del complemento específico, complemento de productividad, reorganización del cuerpo 2001, reorganización de la plantilla del cuerpo en 2003, complemento de productividad, nombramiento del inspector jefe y una larga lista que cada vez es más grande.
Lo que sí parece, en cambio, es que los indicios apuntan a que la "paz social" con este Ayuntamiento es francamente difícil; ¡ah!, y no digamos con eso de renunciar durante cuatro años a emprender acciones sindicales.
Esto no es que sea difícil; esto es imposible en una sociedad crítica y democrática como por suerte lo es la madrileña, y sus policías, que también lo son, trabajadores y con derechos.
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