Incidentes en el desalojo del último edificio afectado de Illa Robadors
La Guardia Urbana de Barcelona cargó contra los concentrados y los reporteros gráficos
Lo que tenía que ser el desalojo del último local del único edificio que queda en pie en la Illa Robadors de Barcelona, se convirtió ayer en un violento incidente entre agentes de la Guardia Urbana, los concentrados que se oponían al cierre del bar Ciutat Vella y los reporteros gráficos que cubrían la información. Un cámara de Televisión Española fue detenido y golpeado en el forcejeo, en el que dos agentes también sufrieron contusiones leves. El desalojo del local, en presencia de su propietario, se hizo finalmente sin problemas y el edificio será derruido en breve.
El reportero de Televisión Española fue acusado de resistencia y atentado a la autoridad. El incidente ocurrió cuando agentes antidisturbios de la Guardia Urbana llegaron al número 11 de la calle de Sant Rafel, junto a la Rambla del Raval, donde además del propietario del local se encontraba un grupo de personas que se oponían al desalojo. Además, había un buen número de periodistas e informadores gráficos.
Ni el propietario del local ni las personas que le acompañaban opusieron resistencia a la diligencia del desalojo, según afirmaron testigos presenciales, incluidos los responsables de la empresa municipal Focivesa que asistieron al acto. Los incidentes se desencadenaron cuando los agentes quisieron apartar a los informadores gráficos, que insistían en realizar su trabajo. Fuentes de la Guardia Urbana justificaron la actuación afirmando que el reportero de TVE dio una patada a un agente. El cámara sufrió un corte en el labio del que fue atendido en el centro de Perecamps. Fue puesto en libertad tras prestar declaración, según informó la Guardia Urbana.
La carga también alcanzó al equipo de otro reportero gráfico. La actuación policial fue objeto de una queja por parte del Sindicato de Periodistas, que reclamó al Ayuntamiento la apertura de una investigación para que se depuren responsabilidades. El intendente mayor de la Guardia Urbana, Evelio Vázquez, lamentó lo ocurrido porque, en su opinión, el problema principal fue no poder separar a los reporteros gráficos: "Se trata de una calle muy estrecha y eso dificultó el operativo", precisó.
Con el desalojo del bar Ciutat Vella se cierra el proceso de derribos de la Illa Robadors, situada junto a la Rambla del Raval. De hecho, la resistencia de esta finca al desalojo ha supuesto la demora del proyecto durante casi un año. Jesús García, propietario del bar Ciutat Vella, no estaba de acuerdo con la indemnización que le proponía Focivesa, otro local en la calle de Princesa y una cantidad en efectivo para afrontar las obras de rehabilitación. Ayer firmó finalmente el acuerdo para el desalojo: "Al final he tenido que aceptar", reconocía ayer. García ha sido uno de los resistentes a la operación de Illa Robadors, que empezó casi en paralelo a los derribos que dieron lugar a la actual Rambla del Raval.
Después del derribo de la última finca se iniciará el plan urbanístico diseñado por el equipo de arquitectos MBM (Martorell, Bohigas y Mackay). Los 12.000 metros cuadrados de la Illa Robadors albergarán un hotel de lujo de 38 metros de altura, oficinas, una filmoteca, una zona verde y 120 viviendas en régimen de protección, para cuya construcción firmaron un convenio los sindicatos UGT, CC OO y la cooperativa el Teu Barri en enero de 2003.
La nueva sede de la Filmoteca de Catalunya se levantará en el solar anexo, con frente a la calle de Sant Pau, en lo que actualmente es la plaza de Salvador Seguí. El hotel estará enfrentado a la Rambla del Raval, mientras que las viviendas se construirán con frente a Sant Rafel, Robadors y Sant Josep Oriol. El sindicato UGT también considera instalar sus oficinas en este nuevo espacio urbano.
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