Muehlegg cumple su pena y pide seguir compitiendo con España

"Me considero en deuda con el deporte español y lucharé para demostrar el error que cometieron conmigo en su día". Así termina la carta dirigida por Johann Muehlegg a la Federación Española de Deportes de Invierno y conocida ayer también por el Consejo Superior de Deportes (CSD), donde el esquiador de fondo pidió reintegrarse a la disciplina de la selección española. Esta condición era indispensable para que el CSD y la federación admitieran siquiera negociar su vuelta. Su marcha por libre, sin control médico federativo, terminó en desastre.

Muehlegg subió a la máxima gloria deportiva en los Juegos Olímpicos de Salt Lake City en febrero de 2002, pero, tras ganar la tercera medalla de oro en el más prestigioso maratón de los 50 kilómetros, bajó a los infiernos y fue expulsado de los Juegos. El Comité Olímpico Internacional le quitó el último oro al dar positivo dos días antes, en un control por sorpresa, con darbepoetina, una EPO de diseño. La Federación Internacional de Esquí le suspendió por dos años y el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) desestimó su recurso en enero de 2003. Incluso en diciembre, a petición de Noruega y Austria, el TAS instó al COI a quitarle las dos primeras medallas que consiguió en 30 kilómetros y 20 persecución basándose en que al ser expulsado, según un artículo de la Carta Olímpica, debería perderlas todas. La comisión ejecutiva del máximo organismo olímpico, que se reúne esta semana en Atenas, tratará el asunto. El Comité Olímpico Español ya intercedió en su defensa alegando que pasó los controles pertinentes en ellas y que no dio positivo como en el último. Cuestión diferente a lo legal es la valoración moral, pues él sigue sin admitir que se dopara.

"Ha finalizado mi sanción", comienza su carta Muehlegg, "lo que me permite dedicarme otra vez a la competición y quiero hacerlo con mi país. Y si puedo contribuir con el equipo nacional me incorporo de nuevo a su organización". Según Ángel Luis López de la Fuente, subdirector general de alta competición del CSD, es la primera vez que muestra su intención de reincorporarse en las condiciones exigidas. El CSD, que ha hablado "muchas veces" con él en esta etapa, cree que empieza otra y que todo deportista tiene derecho a reinsertarse. El secretario de Estado, Juan Antonio Gómez Angulo, que sufrió y lamentó en directo, como De la Fuente, la larga noche de Salt Lake City tras el positivo, también lo corroboró ayer desde París donde acordó con Francia incrementar los controles antidopaje: "Si se somete a la disciplina federativa tendrá que ser tratado como un deportista más que ha cumplido su sanción".

Muehlegg, a sus 33 años, está en el borde final de su carrera, pero ha seguido entrenándose para mantener la forma. Ahora se abre un período de conversaciones para planificar su integración en el equipo nacional la próxima temporada, dado que la actual casi ha terminado. "Habrá que mirar las necesidades del equipo y las de él, y por muy estrella que sea, unirlas", dijo De la Fuente.