Un tío del acusado del crimen de Benifallim desbarata su coartada

Un tío del único acusado del triple crimen de Benifallim a quien, según el procesado, fue a visitar la mañana de autos negó ayer que lo hiciera. Por otra parte, dos de las personas que vieron en un bar a Francisco Gómez Simón, apenas una hora después de las muertes, declararon ante el jurado que su comportamiento y su aspecto era "normal" y no había nada extraño en él. La defensa insistió en que no hay pruebas de cargo.

Un tío del presunto acusado del triple crimen de Benifallim rechazó ayer ante el tribunal popular la versión del procesado. Francisco Gómez Simón aseguró el lunes que fue a la masía de su familiar cuando ocurrieron los hechos, la mañana del 20 de agosto de 1999 aunque, agregó, no le encontró. "Ese día mi sobrino no vino a verme", declaró, sin embargo, el tío ante el tribunal popular.

La segunda sesión del juicio, que se celebra desde el lunes en la Sección 3ª de la Audiencia de Alicante con un jurado popular, continuó ayer con la toma de declaración de once testigos propuestos por el ministerio público. Tres de las personas que coincidieron poco tiempo después del crimen con el procesado -su hermano, un cliente de un bar y la camarera- manifestaron que su aspecto era normal y no había nada extraño en él.

En, al menos, cuatro ocasiones, Francisco Gómez Simón fue interrogado por la Guardia Civil antes de confesarse culpable, según ratificaron el hermano y un amigo del enjuiciado [la defensa se basa en que Francisco Gómez Simón se autoinculpó presionado por los agentes y a causa de su discapacidad psíquica]. El amigo del incriminado y primer sospechoso -la fallecida Elvira Monllor se negaba a abonar el salario que le adeudaba por su labor de bracero-, relató que los efectivos emplearon un método agresivo. "Me asusté. Uno me decía que me mandaría a la cárcel", dijo. La tía de Elvira y viuda de Francisco Miró manifestó que tanto su marido como su sobrina tenían miedo de que el peón les robara. Su hermano y el amigo declararon que cuando Francisco regresó a la casa les contó que vio fuego en la masía Les Vaquerises y a los bomberos.