El escándalo sexual de Colorado se centra en el técnico
Barnett menospreció los abusos a Katie Hnida
El entrenador del equipo de fútbol americano de la Universidad de Colorado, Gary Barnett, se enfrenta a serios problemas por sus comentarios sobre los abusos sexuales y el asalto denunciados por Katie Hnida, su antigua jugadora en los Búfalos. Barnett restó importancia a lo sucedido diciendo que Katie era una jugadora "terrible" y que no fue capaz de ganarse el "respeto" de sus compañeros. Ahora no ha tenido más remedio que retractarse y se le ha apartado del equipo mientras se investiga lo sucedido.
"Ya se sabe lo que hacen los chicos", comentó el entrenador ante la prensa tras conocer los detalles de la revelación de Katie. "No sólo era una chica, además era terrible y no tenía fuerza suficiente para darle a la pelota", añadió. La presidenta de la Universidad, Elizabeth Hoffman, saltó a escena en un intento por recuperar la imagen del campus, muy dañada tras la sucesión de denuncias presentadas durante las últimas tres semanas por mujeres que han sido víctimas de los excesos de otros jugadores.
"Es completamente inapropiado decir estas cosas en el contexto de una denuncia por violación", declaró Hoffman. El entrenador también salió al paso de la controversia "lamentando" que se hayan "malinterpretado" y "sacado de contexto" sus comentarios. Para aclarar lo sucedido se ha creado una comisión independiente que deberá investigar los comentarios de Barnett, así como la controvertida forma que utilizaba para reclutar a nuevos atletas a base de "alcohol" y "fiestas sexuales".
La dirección de la Universidad de Colorado decidió tomar este paso contra el entrenador apoyándose en un nuevo informe policial en el que se denuncia una nueva violación. Ya son cinco las mujeres que aseguran haber sido víctimas sexuales por parte de los jugadores del equipo de fútbol. Katie reveló esta semana a la revista Sport Ilustrated que en el verano de 2000 fue asaltada contra su voluntad en casa de uno de sus compañeros de equipo, cuando todavía era virgen.
Fue el máximo de una serie de abusos sexuales y de agresiones verbales que tuvo que soportar durante las dos temporadas que jugó con los Búfalos. Como explica en la entrevista, se animó a contar lo sucedido a raíz de los casos similares que están surgiendo en el campus. Y también dijo que no lo denunció antes por miedo a represalias. En el comunicado de prensa que Katie publicó a raíz de esa entrevista no se menciona la cuestión de la violación.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.