Elecciones en la UPV
No nos va mal del todo. Un aumento en la recaudación de las diputaciones del 6,1% es un buen dato. Baja el paro, la sociedad se oxigena y las gentes se integran en el mercado de trabajo (especialmente los jóvenes... con trabajo precario, eso sí). No aumenta, sin embargo, el impuesto de sociedades (2,4%), que es achacado a un momento de "crisis" (saneamiento y negocios fallidos). Algo chirría en todo esto: nos va bien pero no hay un crecimiento apreciable de la actividad económica
Chirría porque éstas son las cuentas de la lechera. No es tiempo de cuentas sino de proyectos, no computa mantenerse y presentar los números en limpio (un modo de narcotizar a una sociedad a la deriva). Lo que cuenta es organizar el futuro que nos atropella ya (y el tiempo, como se sabe, es una variable sin retorno). Estamos en periodo de descuento, y necesitamos perfilar una política de prioridades en orden al progreso y una estrategia clara y concreta para lograrlo. Son muchos los frentes a abordar (desde las comunicaciones al redimensionamiento del paisito, y el "viejo" eje atlántico). Pero hay algo que hemos descuidado radicalmente (servidumbres de la política). Hemos descuidado la educación, ni más ni menos. En concreto, hemos descuidado la alta formación que viene dada por la universidad. Si una sociedad aspira a ser algo de aquí a unos años, deberá prepararse para formar parte de un mundo desubicado en el que prime la información. Computarán poco -sin desprecio de su papel- emprendedores locales vinculados al territorio, empresarios locales (capital con el que siempre ha contado el paisito..., y con el que aún cuenta). Lo que marcará "el plus" de las colectividades a venir será su capacidad de gestionar la información.
Acabamos de ver cómo en el Parlamento Vasco se aprueba una Ley de Universidades partidaria y poco competitiva; esencialmente, copia de la del PP, inspirada en la peor de las Españas. (El tripartito necesita de leyes... sin que se note que son apoyados por los ilegalizados de SA.) Para marzo, aparte de las generales, se va a elegir al equipo que vaya a dirigir a la universidad decisiva para el futuro del País Vasco: la Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea. Deusto no pasa de ser una triste sombra de su pasado y Mondragón es un centro profesional cualificado. Nada más. Pero los países que prosperan apuestan por la enseñanza universitaria plena, competitiva y cualificada.
En apostar por algo así, nos jugamos nuestro futuro. La UPV-EHU no es ninguna panacea, pero es lo que tenemos. (El actual equipo rectoral ha tenido el mérito de ponerlo en claro y realizar alguna reforma.) La UPV-EHU es un valor estratégico de nuestra sociedad... siempre y cuando sepamos jugar a ello. (No cuentan "memeces" como esa de poner a Reno en EEUU o Milagro en Argentina a la altura de "universidades vascas" -simplezas de la Consejera de Universidades y Educación, mal asesorada por su equipo-). La sociedad, y cada uno de nosotros, debiera apostar por lo que tenemos... y construir a partir de ello.
Habrá unas elecciones discretas -según veo- en la Universidad del País Vasco, en Euskal Herriko Unibertsitatea (por mucho que se empeñe la UEU) el 24 de marzo. Unas elecciones "ocultas" por las políticas y generales del 14. En ellas, con todo, se elegirá un nuevo equipo rectoral. Serán discretas, imagino, pero trascendentales: deberán poner al día a nuestra institución formativa esencial. Lo deberán hacer de modo que afronte con éxito los retos planteados por los Acuerdos de Bolonia (unos acuerdos unificadores para Europa y que aspiran a competir con la universidad estadounidense).
Era la tarea que consensuadamente podía haber abordado el equipo del actual Rector, Manuel Montero: tensar a esa institución, al borde de la quiebra, hasta ponerla al servicio de la sociedad. Ponerla cara al futuro. Un equipo esencialmente académico podía haber apoyado esa opción. El actual Rector, injustamente tratado, ha elegido dar paso a nueva gente. Es una opción absolutamente respetable en lo personal. Pero necesitamos a alguien que ponga orden en esa nuestra casa, esencial para abrirnos al futuro. (Por mucho que el GV no lo sepa.) Atención a las elecciones en la UPV-EHU.
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