El arte de la política y su degradación
La política por naturaleza y por definición es el arte de lo posible y por ello se nos debe exigir a los políticos que nuestras propuestas y argumentos coincidan con nuestras acciones y esfuerzo. Todo ello encaminado a cumplir los objetivos prometidos. Y si éstos resultan finalmente irrealizables o no se ejecutan porque se ha hecho lo contrario de lo que debía para su realización, entonces debemos asumir nuestras responsabilidades, dimitir si es el caso, y los votantes juzgarán en las siguientes elecciones.
Parece algo sencillo. Sin embargo cuando un Gobierno miente, engaña, dice, se desdice y huye hacia delante sin asumir las responsabilidades adquiridas en la toma de decisiones nos encontramos con que la política se desvirtúa. Y así la política se convierte en una batalla campal donde las ideas y las propuestas quedan en un segundo plano para dejar paso al uso ilegítimo de la retórica.
La retórica es el uso de la palabra y es el recurso del político. Se trata de convencer a un público o audiencia con argumentos de algo que es verdadero y bueno. Que aquello de lo que se pretende persuadir sea cercano o no a la verdad, depende del orador. Y oradores alejados de la verdad en el Partido Popular hay unos cuantos. Estos días podemos observar abundantes ejemplos, como la negación de unas declaraciones públicas sobre la existencia de armas de destrucción masiva y el origen de tal información del Sr. Aznar y Ana Palacio, negadas una y otra vez con desparpajo por el portavoz del gobierno Sr. Zaplana; la pretensión de que el caso Fabra es una anécdota de la vida política, y no un escándalo de favores políticos.
Para la derecha que tenemos en este país la persuasión lo es todo, no importa la verdad ni importa una democracia sana donde el diálogo sea el centro de la vida política. Se trata de persuadir por persuadir, sea verdad o mentira, algo completamente irrealizable o simplemente algo que sólo interesa al orador y a sus gregarios. ¿Alguien piensa que existe la democracia en el Partido Popular? Los hechos corroboran esta certeza negativa día tras día.
Así pues estamos lejos de la retórica, estamos lejos de la palabra y discriminar la palabra es atacar frontalmente a la democracia. El Partido Popular ha estado en guerra estos últimos cuatro años y una inmensa mayoría de los ciudadanos hemos sido víctimas de esta "absurda" contienda. Absurda porque todas las guerras lo son y absurda porque la palabra hoy en el siglo XXI debería prevalecer por encima de todo en esta vida.
El PP ha fracasado en política, ha conseguido enfrentar a los demócratas y dar así aliento a los que no lo son.
Ha fracasado en el uso de la mayoría que legítimamente ganaron en las urnas. El abuso y el rodillo dejan pocas posibilidades al arte de lo posible, al debate, a una construcción positiva de la sociedad, al encuentro entre las ideas y la riqueza que todo ello conlleva. Ganar unas elecciones y obtener la mayoría absoluta no es una patente de corso que legitima al político para actuar como quiera en nombre del "bienestar general", de los "intereses del pueblo", etcétera... Sus actuaciones han de ser consistentes con las promesas electorales y con su programa político, pero al propio tiempo han de ser refrendadas en el parlamento y debatidas lo más ampliamente posible, aportando argumentos sólidos y datos objetivos que justifiquen la acción y respondiendo a cuanto se le pregunte. Este actuar no encaja con la denegación de 23 comisiones de investigación en el Congreso y comparecencias (CNI, armas de destrucción masiva, Prestige, Yak-42,...)
La palabra, y por consiguiente el diálogo, es lo que hace grande una democracia. Flaco favor nos ha hecho el partido que preside Mariano Rajoy a los que creemos en la democracia eliminando esta grandeza de la vida política.
Nosotros, los pobres ciudadanos que no dudamos que un mundo mejor es posible, que pensamos que sin la palabra no somos nadie y perdemos la esencia que nos hace seres humanos, nos rebelamos. Es responsabilidad de todos recuperar la democracia, recuperar el diálogo, recuperar el debate, recuperar el entendimiento de las ideas y de las gentes porque... Señores del Partido Popular, por su culpa la hemos perdido y la democracia está herida. Es responsabilidad de todos recuperar la palabra el próximo 14 de marzo.
Isaura Navarro es la cabeza de lista por la provincia de Valencia en la candidatura al Congreso de Esquerra Unida-Entesa
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