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Dos exposiciones muestran los lazos de arte y ciencia en Metrònom

La sala Metrònom de Barcelona presenta con dos exposiciones la tercera entrega de Metrònom Lab, un ciclo de exhibiciones que revisa la relación entre arte, ciencia y tecnología producido por el centro en colaboración con diferentes institutos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Las dos exposiciones que se muestran en Metrònom hasta el próximo 6 de marzo son Almatinos, un proyecto del artista Chema Alvargonzález (Jerez de la Frontera, 1960) sobre el material del que está compuesta el alma y Promenade in Nanoland, de Víctor Franco Punte (Barcelona, 1970), una selección de fotografías de nanopartículas realizadas con un microscopio electrónico.

Para preparar Almatinos, Chema Alvargonzález ha invertido dos años de investigaciones en cuatro centros dependientes del CSIC: el Centro Nacional de Microelectrónica, el Instituto de Ciencias de Materiales de Barcelona, el Instituto de Ciencias del Mar y el Observatorio del Ebro. A diferencia de los artistas que le precedieron, cuya colaboración con los científicos se centró en creaciones concretas -un software en el caso de Konic Thtr y varios artefactos en el de José Manuel Berenguer-, la relación de Alvargonzález con los investigadores del CSIC ha sido exclusivamente conceptual y se ha basado eminentemente en el diálogo. "A partir de mi posición como artista en relación con otras esferas del conocimiento, me di cuenta de que cada uno vive envuelto en su propio mundo, con su lenguaje y sus códigos. Sin embargo, el objetivo último que impulsa a todos es el desarrollo del pensamiento humano. La búsqueda del material del que está hecha el alma resulta así la metáfora de la búsqueda de un territorio común y de un regreso a una idea renacentista del pensamiento", explica el artista.

'Almatino'

Este material, bautizado almatino, es el hilo conductor de la instalación audiovisual que ocupa la sala central de Metrònom y reúne poesías, fotografías de los centros involucrados mezcladas con representaciones digitales de diferentes moléculas, vídeos manipulados con animaciones tridimensionales, imágenes de nubes y diagramas sismográficos de la década de 1930 y, por supuesto, esculturas de almatino, una resina transparente parecida al cristal.

Si la instalación de Alvargonzález representa el punto de vista de un artista que se acerca a la ciencia, las imágenes fijas y en movimiento de Víctor Franco Puntes ilustran el recorrido opuesto. Puntes, doctor en física, investiga el empleo de las nanopartículas en biología para finalidades terapéuticas. Tras pasarse años detrás de un microscopio para estudiar las nanopartículas metálicas y su ensamblaje, Puntes empezó a apreciar las cualidades plásticas y formales de estas formas abstractas. En Promenade in Nanoland presenta una selección de fotografías realizadas durante su investigación, un vídeo y una instalación con apuntes, esbozos y otros elementos que ilustran el contexto en el que se han producidos las imágenes.

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