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Kocsis muestra sus tres rostros musicales junto a la Orquesta de Euskadi

El pianista y compositor húngaro dirige la interpretación de piezas de Mozart y Ravel

Maribel Marín Yarza

Lo suyo era el piano, pero hace ya mucho tiempo que Zoltan Kocsis (Budapest, 1952), uno de los nombres clave, junto a Andras Schiff y Dezsö Ranki, de la mítica generación de pianistas húngaros, diversificó sus ambiciones musicales, exprimió sus facultades y se convirtió, a ojos de la crítica, en uno de los músicos más completos del momento. Es pianista, compositor y director de orquesta -en la actualidad, responsable artístico de la Filarmónica Nacional Húngara- y le gusta mostrarlo sobre los escenarios. Esta semana lo hará junto a la Orquesta Sinfónica de Euskadi (OSE) en el País Vasco y Navarra (mañana en el Euskalduna de Bilbao, el lunes y martes en el Kursaal donostiarra, el jueves en el Baluarte de Pamplona y el viernes en el teatro Principal de Vitoria).

Kocsis ha diseñado para su primera serie de actuaciones con el conjunto vasco un programa que refleja sus tres facetas musicales. Dirigirá desde el atril el poema sinfónico Macbeth, de R. Strauss; la Marcha escocesa sobre un tema popular, de C. Debussy y Le Tombeau de Couperin, una obra original para piano de Ravel, orquestada parcialmente por el propio compositor vasco-francés y luego completada por Kocsis. Descubrirá así su faceta de creador para sentarse después al piano a interpretar el Concierto número 17, de Mozart.

Sorprender al público

¿Cree que este programa acortará las distancias con el público? "Seamos francos, admitámoslo. Hoy día hay una crisis real de la música clásica. Hay quien cree que para llegar a la audiencia hay que servirla, darle lo que quiere", explicó horas antes del ensayo general en San Sebastián. "Sin embargo, yo soy de la opinión de que es necesario guiarla, pero no por intereses o retos personales, sino por el futuro", explicó el músico, siempre crítico con los programadores. "Si no le digo al público que en determinada suite hay dos movimientos más, no lo sabrá nunca... A mí me gusta soprender al público que además, no se niega a aprender. Sólo rechaza métodos didácticos demasiado teóricos".

El pianista húngaro actúa en el País Vasco como director invitado, una figura en la que paradójicamente no cree. "Las orquestas no pueden alcanzar un nivel de calidad y una flexibilidad si no tienen permanentemente una mente musical que las lidere", sentenció. "Tenemos que recuperar esa figura de la cultura orquestal tradicional. Los directores invitados no son el camino. Es como lo de las clases magistrales. ¿Qué puede hacer un maestro, por muy bueno que sea, en una o dos semanas? Nada".

Kocsis será el protagonista de una semana con otras propuestas musicales de corte clásico. La Orquesta del Mozarteum de Salzburgo actuará el lunes en el auditorio del Kursaal de San Sebastián bajo la dirección del holandés Hubert Soudant para abordar un repertorio con piezas de Beethoven (la obertura Coriolano y la sinfonía número 3, Heróica) y de Mozart (Concierto número 5 para violín y orquesta en La mayor), con Tanja Becker Bender como solista.

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