Manifesta 5 se promociona en los pabellones de la feria de Madrid
Manifesta 5, la Bienal Europea de Arte Contemporáneo que se celebrará en San Sebastián el próximo verano, buscó público entre los profesionales y el público que visitan los pabellones de Arco en los primeros días de la feria. Una veintena de jóvenes repartieron pegatinas y chapas con la estrella fucsia de Manifesta 5 y recogieron direcciones para remitir información sobre las actividades que se desarrollarán del 11 del junio al 30 de septiembre de 2004 en la capital guipuzcoana.
Los representantes de Manifesta 5 en Arco -en su mayoría, estudiantes de Bellas Artes y Arquitectura- empezaron a recorrer los pasillos de la feria el miércoles desde horas antes de la inauguración oficial. Sus camisetas negras con el logotipo de Manifesta 5 les distinguía de galeristas y visitantes y acercaba su imagen a la de los empleados de la feria. La organización de Manifesta 5 -formada por una fundación internacional y las instituciones vascas- buscó en Arco la proyección internacional de San Sebastián y la difusión de los espacios que servirán de escenario al trabajo de los jóvenes artistas durante la bienal: el Centro Koldo Mitxelena, el Museo San Telmo y la sala Kubo del Kursaal, junto a otros rincones de la ciudad al aire libre. Manifesta llegará a San Sebastián después de haberse celebrado desde 1996 en Rotterdam, Luxemburgo, Ljubljana y Francfort.
En Arco se difundió, sobre todo, la estrella fucsia de Manifesta 5, una plataforma para "responder desde el arte a situaciones concretas de un panorama social, político, económico y cultural en permanente cambio", y las fechas de su celebración. El resto de la información se pospuso a su envío por correo electrónico.
Museo Jorge Oteiza
Nueve meses después de su apertura al público, el Museo Jorge Oteiza está presente por vez primera en Arco con un espacio que muestra obra del artista vasco, inexistente este año en las galerías presentes en la feria, y reproduce en fotografías de grandes dimensiones el edificio que lo alberga en la localidad navarra de Alzuza, diseñado por el arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza. El museo ha preparado una presentación espléndida en Arco, pero su ubicación en la última fila del pabellón, de espaldas a la entrada y frente a la entrada de los servicios y la cafetería le hacen pasar desapercibido para la mayoría de los visitantes.
Rodeado por las fotografías que muestran el hormigón rojizo del museo y la belleza de su perfil exterior y las salas de exposición, se exhiben siete esculturas, desde una cabeza de apóstol, a las cajas y las esferas realizadas en las diferentes etapas creativas de Oteiza, procedentes de la colección de Alzuza. Pero no sólo está presente en la feria el Oteiza más conocido. El museo ha querido enriquecer su presencia en Arco colgando de sus paredes cuatro dibujos inéditos del escultor.
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