El médico de familia
A los 19 años se incorpora a la banca local de su Brescia natal (Palazzolo sull'Oglio) y no ha dejado la actividad financiera desde entonces. Giovanni Pezzoni se ha curtido en todas las crisis que han castigado el norte de Italia en las últimas décadas y llega ahora a España como consejero delegado del Grupo Safei para tratar de reactivar esta banca de inversión familiar, que ha soportado una importante crisis, en el mercado y en su accionista de referencia, el Grupo Capitalia, que renace en julio de 2002 con la fusión de Banca di Roma y Bipop Carire.
Viene a aplicar los conocimientos y las recetas aprendidas durante ese tiempo como "médico de familia", figura en la que encuentra una gran similitud con las funciones principales de su trabajo: obtener dinero de las familias para devolvérselo cuando lo necesiten. Antes de recetar cualquier fármaco hay que "escuchar, observar y analizar al paciente y después hacer un pronóstico" para aconsejarle dónde realizar sus inversiones.
Predicando con el ejemplo y con su incipiente castellano está recorriendo desde principios de año el territorio español para visitar las 22 sucursales que integran el grupo.
Aunque reconoce que el hierro y el algodón han sido los soportes tradicionales de la economía de Brescia y han dado a sus habitantes un carácter duro del que se siente orgulloso, "somos más trabajadores que habladores".
Parece que predica con el ejemplo y trata de compartir con sus cerca de 400 empleados en España, el convencimiento de que han pasado los tiempos difíciles. "Las empresas son como las personas, necesitan tener carácter", y en esas está en su vuelta particular a España.
El adelgazamiento propio de las dificultades de los últimos años se está subsanando con la contratación el año pasado de 100 nuevos asesores financieros y de otros tantos previstos para este año, que le darán un nuevo cuerpo para un mercado cada vez más competitivo y difícil. Afirma que el 80% de su trabajo es asesoramiento y el 20%, técnica, y está convencido de las buenas perspectivas actuales en España, donde piensa aplicar su filosofía de prudencia con consejos más bien conservadores a la hora de invertir.
Ha aprendido y sufrido con las crisis por las que ha atravesado la "Manchester italiana", como se denomina a Brescia por sus similitudes productivas, aunque también reconoce su capacidad sufridora como aficionado del Inter de Milán, del que añora los viejos tiempos de Helenio Herrera y Luis Suárez.
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