Los estrategas, en el momento de la verdad

Un equipo quiere calentar el partido, y el otro pretende enfriarlo. El PP se empeña en su campaña de "perfil bajo", y el PSOE insiste en sacar a Mariano Rajoy de la madriguera. Los socialistas piensan que podrán darle un vuelco a las encuestas, y el PP pretende mantener la diferencia o incluso aumentarla. Quedan justo 29 días para que se abran las urnas el 14 de marzo, cuatro semanas para que los estrategas de cada bando destapen sus mejores recursos.

Por el PP, en el centro del campo jugará Gabriel Elorriaga, como jefe de campaña. Y por el PSOE será José Blanco, secretario de organización, quien reparta juego.

La misión del jefe del equipo electoral del PP, Gabriel Elorriaga, será que nada se desmande. Y como si se entrenara para eso, trata de restarle importancia a su trabajo: "Vengo aquí sobre las nueve de la mañana escuchando tertulias. En cuanto llego aquí me pongo a leer el periódico con cuatro o cinco amiguetes".

Los estrategas del PSOE están convencidos de que para preparar estas elecciones se ha contado con más gente que en ninguna otra campaña

"Todo en este partido está muy jerarquizado. A veces me encuentro tomando decisiones sobre las cosas más dispares", asegura Gabriel Elorriaga

En realidad, la hora de reunión, desde hace varios días, ya son las nueve, sino las ocho y media de la mañana. Y los cuatro o cinco "amiguetes", en verdad, son la parte pensante del comité electoral.

Entre ellos destacan Baudilio Tomé, ideólogo del partido, coordinador de programa y subdirector de gabinete de Aznar; Francisco Villar, jefe de gabinete de Rajoy, uno de los pocos amigos íntimos que el candidato del PP tiene en el mundo de la política; Soraya Sáenz de Santamaría, abogada del Estado, colaboradora de Rajoy desde hace varios años y redactora de los discursos del candidato; Javier Fernández-Lasquetty, subdirector de gabinete de Aznar, y... Carlos Aragonés, jefe de gabinete de Aznar y hombre muy dado a actuar en la sombra.

El martes, todos los periódicos nacionales se hicieron eco de unas declaraciones de Aragonés en las que recomendaba criticar con más dureza al PSOE. Era curioso comprobar que ningún periódico aportaba fotografía alguna de Aragonés. Y es que este político, cuya leyenda en el partido le otorga el título de principal asesor de Aznar, rehúye siempre a los fotógrafos.

Las famosas reuniones

Pero toda la estrategia electoral del PP queda supeditada a las famosas reuniones de los lunes por la mañana en la planta séptima de la calle de Génova. Ahí acuden, entre otros, el portavoz del Gobierno, Eduardo Zaplana; los vicepresidentes del partido y Carlos Aragonés.

"Buena parte de nuestra eficacia a la hora de lanzar mensajes", reconoce un ministro miembro del comité electoral del PP, "la basamos en la coordinación. Es raro que yo comparezca una sola vez sin antes hacer como mínimo tres llamadas. Así nunca incurrimos en contradicciones y cada mensaje de uno complementa al de otro".

"Para nosotros", replica José Rubalcaba desde la calle de Gobelas, "sería muy fácil lograr ese efecto de coordinación si la tele no estuviera tan manipulada. Pero el problema es que de nosotros sólo sale Zapatero. Sólo podemos colar el mensaje que dé él".

En la campaña de las elecciones pasadas, el PSOE invirtió más en prensa, y el PP se volcó en las vallas. En ésta, Elorriaga quiere ver menos vallas y escuchar muchos anuncios de radio. "Yo creo que aunque la radio no la sigue tanta gente como la televisión, a la hora de la verdad, el oyente de radio es un tipo que baja al bar y al mercado y es un creador de opinión", señala el jefe de campaña del PP.

Elorriaga, que es militante del PP sólo desde hace dos años, trata de poner distancia y humor entre él y el cargo que ocupa ahora en el cuartel general del PP. "Todo en este partido está muy jerarquizado. A veces me encuentro tomando decisiones sobre las cosas más dispares".

En el PSOE, sin embargo, no se respira tanto la jerarquía como el despliegue de un equipo que sabe que va a tener que correr tres veces más que el adversario si quiere ganar las elecciones. Enfrente del despacho de Blanco se encuentra el de Rubalcaba, y en medio de los dos, la mesa redonda donde cada mañana a las nueve se reúne el comité de elecciones.

Nada más salir del despacho de Blanco aparecen unas 15 mesas separadas por una mampara de cristal y varias empleadas haciendo llamadas; en otra sala se ven dos grandes paneles blancos como de ocho metros de largo y tres de alto para diseñar el calendario de la campaña. Se encuentran protegidos por cortinas para que el contenido del mismo no lo vea más que quien esté autorizado a verlo; en otra planta del edificio, Blanco presenta a los creativos del partido, y en otra, más creativos todavía. Blanco los saluda a todos por su nombre.