La mitad de la unidad antidroga de la Guardia Civil de Santa Pola, detenida por narcotráfico
Dos de los arrestados admiten su colaboración en cuatro desembarcos de hachís
El número de agentes de la unidad antidroga de Santa Pola detenidos en las últimas 48 horas por su presunta colaboración con una red de narcotráfico se eleva a cuatro -la mitad del operativo-, después de que ayer otro agente fuera arrestado por los mismos hechos. Dos de los detenidos admitieron ante el juez su colaboración en, al menos, cuatro desembarcos de hachís en el litoral, por lo que el magistrado acordó su prisión incondicional. Los últimos alijos interceptados en la costa alicantina han oscilado en torno a los 2.500 kilogramos de hachís.
La detención al mediodía de ayer de otro guardia civil adscrito a la Patrulla Fiscal Territorial (Pafite), con base en Santa Pola, especializada en la lucha contra el narcotráfico, ha desatado gran alarma entre el colectivo del instituto armado. Con este último arresto, el grado de implicación afecta ya a la mitad de la plantilla (compuesta por nueve miembros). Además, fuentes de la investigación no descartan que el alcance sea aún mayor.
El refuerzo policial en el Estrecho de Gibraltar ha convertido en los últimos años a Santa Pola en una de las principales puertas de entrada de hachís de la costa mediterránea y, singularmente, de la provincia de Alicante. Su situación estratégica para los correos obligó a la creación de una unidad específica. Pero una operación abierta desde el mes de septiembre y desarrollada por la Guardia Civil de Málaga, en colaboración con la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) del Cuerpo Nacional de Policía de Madrid, ha destapado que la unidad de Santa Pola, lejos de impedir, ha facilitado la introducción del material estupefaciente. Al menos, cuatro de los nueve agentes del puesto de Santa Pola colaboraban presuntamente con los narcos para la introducción de alijos, a cambio de considerables sumas de dinero. Paralelamente, tres agentes de la Guardia Civil de Málaga fueron arrestados como supuestos integrantes de otra banda de camellos.
Mientras la investigación policial niega que exista una conexión entre los efectivos de Santa Pola implicados y los agentes de Málaga, la judicial no descarta una posible interrelación. Los jueces de guardia de Elche y Alicante, tras tomar declaración a los detenidos, se inhibieron ayer en favor de la capital malagueña. Los magistrados de Alicante justificaron su decisión por una cuestión territorial, toda vez que el origen de la operación se gestó en Málaga.
Por su parte, los dos agentes ilicitanos reconocieron ayer su pertenencia a una red de traficantes, durante su comparecencia ante el titular del Juzgado de Instrucción número dos de Elche, informa David Cerdán.Los imputados admitieron que colaboraron en, al menos, cuatro desembarcos de hachís en la costa. Los últimos alijos interceptados por las fuerzas de seguridad en calas de La Vila Joiosa, El Campello y Santa Pola han oscilado en torno a los 2.500 kilogramos de hachís. El juez ha decretado el ingreso en prisión de los guardias civiles por los delitos de cohecho y otro de narcotráfico. Los agentes, naturales de Elche, fueron conducidos a la prisión provincial de Málaga.
El tercer supuesto miembro de la red y también guardia civil, y originario de Cádiz, ni admitió ni rechazó la imputación debido a que su arresto obedeció a un supuesto delito de falsedad documental y de denegación de perseguir el delito. El agente se dedicaba a la compra-venta de vehículos de alta gama en Alemania. Inicialmente, la investigación le acusó de falsificar matrículas y de estar al corriente de la participación en la red de contrabando de sus compañeros. Nada más quedar en libertad condicional, el agente fue de nuevo detenido, al apreciar la investigación indicios de su posible implicación. Este agente está pendiente de testificar de nuevo ante el juez.
La última de las detenciones se produjo al mediodía de ayer. El arresto de los cuatro agentes se enmarca en una operación antidroga, en la que otras nueve personas fueron detenidas el domingo, en la localidad murciana de San Pedro del Pinatar cuando desembarcaban 2.500 kilogramos de hachís. Los narcos optaron por este inusual punto de desembarco alertados, supuestamente, por los agentes de que el destino original -Santa Pola- estaba sorpresivamente vigilado por el resto de miembros de la unidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.