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FÚTBOL | Vuelta de las semifinales de la Copa del Rey

Segunda emboscada en Sevilla

El equipo de Caparrós urde el plan que le dio el triunfo en Liga, y el Madrid promete contundencia

"¿Y usted qué quiere ganar este año?", le preguntaron a Casillas en una de tantas entrevistas de comienzos de temporada. "La Copa", contestó el portero contradiciendo prioridades estratégicas ancestrales en el club de fútbol con la plantilla más cara de la historia. "La Copa" ha sido una coletilla casi irónica entre los jugadores de un equipo que lo ha ganado todo menos el trofeo de la federación. La repite Raúl, la repite Zidane, la repite Solari -que perdió tres finales y afirma que le "preocupa"-. Hasta Casillas, que no juega la Copa en favor de César, repitió una copla que tuvo éxito por ocurrente más que por realista. Después de todo la Copa de Europa está muy trillada y, salvo Figo y Ronaldo -que lo hicieron con el Barça-, en el Madrid nadie ha ganado este trofeo. Y, ¿por qué no?, llegados a este punto de no retorno la fantasía se ha materializado. Ahora todos los galácticos tienen el antojo de ganar la Copa y se lo creen a pies juntillas. Ahora el torneo es de interés "estratégico". Una prioridad que esta noche demanda a Queiroz la alineación de las estrellas más relevantes. Esta noche de Copa en el Sánchez Pizjuán (21.00, PPV) no será otro experimento para probar pavones, meritorios y dar minutos a los suplentes. Igual que en la ida, la cosa va en serio.

El Madrid se ha entusiasmado con la Copa por capricho, o porque se le ha puesto a tiro. El Sevilla porque está ante el acontecimiento más ilusionante en décadas. De hecho, el Sevilla no huele la Copa desde su última final, en 1962 (perdió 2-1 con el Madrid). Sólo el esfuerzo de gente como el secretario técnico, Ramón Rodríguez, Monchi, buscando futbolistas en equipos periféricos -Navarro, por ejemplo-, ha hecho posible que el Sevilla esté compitiendo al nivel que lo hace esta temporada. El trabajo de cantera -Reyes, Antoñito, Gallardo- completa el círculo. Y lo que el presidente, José María del Nido, denominó "salto de calidad" es el efecto menos apreciable. Hasta ahora, salvando a Baptista y a Alves, la calidad no vino con fichajes importantes. Darío Silva no ha supuesto ese plus. Aitor Ocio, tampoco. Y Magallanes, extraño traspaso de última hora proclamado como el sustituto de Reyes, no puede ni podrá reemplazar al actual extremo del Arsenal.

La venta de Reyes ha movido todos los cimientos del club, hasta los más rígidos. Caparrós es la prueba. El entrenador sevillista, poco amigo de sonreír como de todo lo que suponga una alteración, ha pasado de ser un férreo defensor del 4-2-3-1, enemigo de cambiar de alineación, a oscilar entre pruebas y vacilaciones con el 4-4-2, entre Baptista en el medio centro con Martí, o en la media punta por delante de los dos delanteros.

Contra el Madrid el plan no tiene secretos. El Sevilla saldrá como salió en Liga: a buscar la victoria en los primeros minutos. Intentará meter al Madrid en su campo, tener el balón todo lo que pueda, y cuando lo pierda presionará hasta perder el aliento. Cuanto más tarde pierda el aliento más posibilidades tendrá de superar la eliminatoria. Cuanto antes meta un gol, antes encaminará su objetivo. Este es el plan de Caparrós. El problema es que el Madrid no tendrá bajas. Ni estará Reyes para desbordar por la izquierda sino Antonio López, ni Pavón para marcarle sino Salgado. En el medio no estará Rubén, sino Helguera y Bravo repitiendo una pareja de eficacia contrastada en este tipo de partidos y contra este tipo de delanteros. Roberto Carlos, perfectamente sano y feliz, patrullará la punta izquierda. El brasileño, que está haciendo lo posible por conseguirse un buen contrato en el Madrid o fuera de él, viene de marcar uno de esos goles-misil que renuevan su vigor y sus esperanzas.

El Sevilla urde su segunda emboscada pero ha perdido el efecto sorpresa, y el técnico madridista, Carlos Queiroz, regresa al lugar donde le hicieron los estigmas. El portugués no olvida que en el Sánchez Pizjuán vivió su peor noche al frente del Madrid. Allí se equivocó en cadena y por ese error fue vilipendiado durante días. Pero esta noche las condiciones prometen serle más favorables. Llega con dos tantos de ventaja y dice que no especulará -sabe que su equipo no está preparado para dormir el partido-: "Atacaremos bien para defendernos mejor (...). Saldremos a ganar desde el principio".

Guti con Beckham formarán en el medio centro del Madrid y, a menos que cambie de idea durante el viaje en AVE, Queiroz dejará a Solari -por primera vez en esta Copa del Rey- en el banquillo. Para el recuerdo quedará la contribución del argentino en Leganés, San Sebastián de los Reyes, Eibar, y el Bernabéu precisamente contra el Sevilla.

Sevilla: Esteban; Alves, Javi Navarro, Pablo Alfaro, David; Redondo, Martí, Baptista, Antonio López; Antoñito y Darío Silva.

Real Madrid: César; Michel Salgado, Helguera, Raúl Bravo, Roberto Carlos; Beckham, Guti; Figo, Raúl, Zidane; y Ronaldo.

César en un entrenamiento del Madrid.
César en un entrenamiento del Madrid.MANUEL ESCALERA

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