El euro se mantiene fuerte pese a los deseos del G-7 de estabilizar el mercado de divisas

Los mercados de divisas han considerado demasiado tímido el comunicado que el grupo de los siete países más industrializados (G7) emitió el pasado domingo en el que advirtió de los riesgos que tienen para el crecimiento económico los movimientos desordenados en los tipos de cambio, en alusión a la fuerte depreciación del dólar. El euro llegó a un máximo de 1,2763 dólares, para ir perdiendo fuerza al final de la sesión. Las bolsas, por el contrario, se mostraron alcistas, con subidas del 1,37% en el Ibex, en máximo anual, y del 1,33 en Francfort, mientras Wall Street abrió a la baja.

El comunicado del G-7, tal vez por poco explícito y falto de medidas concretas, no consiguió frenar la fortaleza de la moneda europea frente al dólar. La reunión de Boca Ratón (Florida) que quiso poner fin al malentendido de la pasada ronda de Dubai sobre la flexibilización de las monedas, no sacó al dólar de la debilidad que le acosa durante el último año.

El aviso sobre los riesgos que para la economía tiene la fuerte volatilidad de las monedas no ha causado efectos y el euro llegó a un máximo de 1,2763 dólares, superando los niveles del cierre del pasado viernes (1,2706). A medida que avanzó la sesión, el euro perdió posiciones y empezó a oscilar en la barrera de los 1,27 dólares.

El ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, dijo que los países más industrializados de mundo se han posicionado claramente en relación con las fluctuaciones en los mercados de divisas. Por su parte, Otmar Issing, jefe de economistas del Banco Central Europeo (BCE) manifestó a una revista especializada "que la fuerte apreciación del euro es una fuente de preocupación pero, globalmente, la tendencia a mejorar la demanda de la zona euro debería proseguir".

Los doce ministros de Finanzas del Eurogrupo, los países integrados en el euro, analizaron ayer en Bruselas el resultado de las discusiones sobre el euro mantenidas por sus colegas del G-7 en Boca Ratón. "El Eurogrupo se declarará probablemente satisfecho con el comunicado del G-7", adelantaron fuentes de la presidencia irlandesa, que atribuían esa satisfación al hecho que el comunicado de los ministros y gobernadores de los bancos centrales de los siete países más industrializados estaba en línea con la preocupación manifestada hace tres semanas en Bruselas.

A la reunión de ayer asistió Jean Claude Trichet, gobernador del Banco Central Europeo (BCE), a quien se invitó a dar su opinión sobre la situación. Ministros y banqueros iban a estudiar posibles acciones en vista del compromiso expresado por el G-7 de seguir con atención la marcha de los tipos de cambio y el propósito de actuar coordinadamente llegado el caso.

Las bolsas tuvieron un comportamiento alcista. El Ibex 35 de la bolsa española marcó un máximo anual al alcanzar los 8.135,20 puntos, tras subir el 1,37%. Francfort ganó el 1,33%, París, el 1,08% y Londres el 0,66%. En el mercado español brillaron los grandes valores con subidas de importancia, aunque el volumen de negocio fue más bien escaso. A media sesión el índice Dow Jones ganaba el 0,16%, mientras que el Nasdaq subía el 0,44%.

Los mercados europeos valoran más el efecto bajista sobre los tipos de interés de un euro fuerte que las desventajas que acarrean para las empresas exportadoras y, por tanto, para sus beneficios. En esta cara y cruz del euro fuerte, los mercados se decantan por las subidas y vuelven a sus niveles máximos del año.