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Valencia construye unas sofisticadas piscinas de alta competición bajo una cubierta de teflón

El complejo forma parte del Balcón al Mar y prepara la reforma para la Copa del América

El alarde estructural de una cubierta en parábola, "ligera y sofisticada", fabricada en teflón, define el complejo de las Piscinas del Balcón al Mar, que comenzará a construirse en Valencia en las próximas semanas. El edificio deportivo, con piscinas olímpicas y de saltos para alta competición, además de gimnasio y sala de musculación, es obra del arquitecto José María Tomás y será utilizado para entrenarse por las tripulaciones de la Copa del América en 2007, acontecimiento que implica una reforma de la zona del puerto de la que el complejo es una avanzada.

"Las piscinas, como otros espacios deportivos, suelen ser cajas muy frías"
Un bloque de servicios central separa y a la vez conecta la piscina olímpica y la de saltos

Frente a la plaza de la Aduana del Puerto de Valencia estuvo la estación de El Grau, donde terminaba la línea del legendario "tranvía a la Malva-rosa". A un paso del recinto portuario y de la playa, enmarcado en una amplia zona ajardinada, se alzará el centro deportivo conocido como Piscinas del Balcón al Mar, un complejo de más de 150 metros de largo por casi setenta de ancho, con una zona de natación de dimensiones olímpicas, una de saltos de trampolín y otra exterior con solarium, además de sala de musculación, gimnasio, sauna y vestuarios. Las instalaciones, que han sido supervisadas por la Federación de Natación para garantizar que sean homologadas, conjugarán la alta competición, el uso ciudadano y la arquitectura que emplea la tecnología más reciente para espacios destinados al espectáculo deportivo y el uso público.

El proyecto, que será, de hecho, la punta de lanza de la reforma urbanística que Valencia se dispone a acometer en la zona del puerto de cara a la celebración de la Copa del América en 2007, es obra del arquitecto valenciano José María Tomás Llavador, precisamente el mismo que se encarga de la elaboración del plan maestro que la ciudad diseñará para estar en condiciones de acoger la mítica competición de vela y, de paso, regenerar su fachada marítima.

El complejo responde, sin embargo, a una iniciativa anterior a la consecución de la sede de la famosa regata. Sobre un solar permutado por la Generalitat al Ayuntamiento, y con un presupuesto de cerca de 21 millones de euros, el proyecto está preparado para la licitación en las próximas semanas. Tras la adjudicación, las obras comenzarán de inmediato y tendrán un plazo de ejecución de 20 a 24 meses.

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"Las piscinas, como otros espacios deportivos, suelen ser cajas muy frías", explica José María Tomás. "Aquí se trata de crear un lugar confortable, un ámbito para la competición pero que resulte, a la vez, acogedor". Para lograrlo, el edificio estará envuelto en una cubierta, diseñada a partir de "dos parábolas dentro de una generatriz de toroide", que impermeabilizará y aislará el complejo, dejando pasar una porción de luz para crear un recinto en parte íntimo y en parte ceremonial. Una malla que combinará perfiles metálicos y cables sostendrá la cúpula, que estará recubierta de una doble capa (con una cámara aislante de aire en medio) de un material denominado PTFE, conocido vulgarmente como teflón. Esa cubierta será impermeable y dejará pasar un 7% de luz, lo que permite al arquitecto asegurar: "Aunque es un material que en España se ha utilizado poco, ofrece una resistencia y una durabilidad muy grandes al tiempo que garantiza un aislamiento acústico y de luminosidad razonable".

Tiene la ventaja la solución que el equipo de Tomás Llavador ha diseñado de que sus componentes, aunque innovadores, son de producción industrial. Ha contado para el proyecto con la colaboración de la ingeniería alemana Schlaich Bergermann y ha estudiado edificios en los que se han empleado cubiertas con el mismo material, como el Dome Georgia, en Estados Unidos; el Shangai Stadium; el Ocean Dome, en Miyazaki, en Japón, o la estación de ferrocarriles de Dresde.

Tomás, arquitecto de la ampliación de la Feria Muestrario Internacional de Valencia, que está ejecutando actualmente un auditorio en Torrevieja de 1.200 butacas y que se ha especializado en grandes proyectos públicos, ha diseñado estas piscinas con un bloque de servicios central que separa y a la vez conecta la piscina olímpica y la de saltos. La pileta de 50 metros podrá ser dividida en dos de 25 e incluso permitirá láminas de otras dimensiones gracias a dos paredes móviles. Con capacidad para 2.500 espectadores en la piscina grande y 900 en la de saltos, el graderío será retráctil, de manera que el espacio pueda ser aprovechado cuando no se necesite para la competición.

Entre las innovaciones que incluirán estas piscinas, que se convertirán en un punto de referencia para la natación en España, destaca la instalación de colectores solares que funcionarán como textura de la fachada y tendrán la utilidad de mantener la temperatura de las piscinas sin consumo energético.

Explica José María Tomás que las piscinas se proyectaron antes de que Valencia fuese seleccionada como sede de la Copa del América para 2007, pero que en las condiciones para la candidatura se pedía un instalación de estas características para que las tripulaciones que participen en la regata puedan efectuar sus exigentes entrenamientos. En todo caso serán los ciudadanos quienes se beneficiarán a la larga de ese complejo.

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