Esquerra quiere evitar que Carod plantee un plebiscito sobre la entrevista con ETA
La dirección de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) quiere evitar que, en contra de la apuesta lanzada por su líder, Josep Lluís Carod, la campaña del partido para las elecciones legislativas del 14-M se convierta en un plebiscito sobre la entrevista que mantuvo con ETA siendo miembro del Gobierno de la Generalitat. Pero, por el momento, no lo logra.
Hasta ahora, Carod ha dedicado todas sus intervenciones públicas a defender la actuación que le costó la dimisión como conseller en cap y a acusar al PP y al Gobierno de Aznar de haber organizado una operación de linchamiento político contra él y de acoso contra el primer Gobierno de izquierdas que ha tenido la Generalitat desde la restauración de la democracia.
Pero ERC no ha tenido en ningún momento la pretensión de que su campaña electoral gire en torno a este asunto. Al revés. Los dirigentes de ERC consideran que no les conviene en absoluto situar el terrorismo vasco en el centro de su campaña electoral en un momento en el que el independentismo ha logrado convertirse en partido de gobierno. La campaña que han diseñado se basa en dar a conocer sobre todo las propuestas del partido para los problemas sociales, económicos y políticos.
Fue Carod quien de manera improvisada planteó, la misma tarde de su dimisión, que puesto que el PP había lanzado el ataque "en periodo electoral y por motivos electorales", dijo, serían los electores quienes avalarían o no su actuación. Con esa misma orientación lanzó el miércoles pasado su encendido discurso en el mitin celebrado por ERC en Barcelona para abrir su campaña.
El fuerte clima emocional registrado entre el millar de asistentes que asistieron a aquel mitin indicó claramente que Carod cuenta con la adhesión y la aprobación entre los militantes y simpatizantes más cercanos al partido. Pero, más allá de este círculo, los republicanos quieren consolidar ahora los avances conseguidos en las elecciones municipales y autonómicas en segmentos de población no tan incondicionales.
La campaña elaborada por los republicanos aspiraba a superar el encasillamiento de Esquerra como partido independentista y poner el acento en las políticas sectoriales, sobre todo en los ámbitos en los que han asumido la responsabilidad de gestión en el Gobierno tripartito catalán presidido por Pasqual Maragall. Los consejeros de ERC son titulares de departamentos de la Generalitat tan importantes como Enseñanza, Bienestar Social, Universidades y Comercio y Turismo.
Como ya sucedió en las elecciones autonómicas, los republicanos creen que una campaña polarizada entre su partido y el PP les otorga un protagonismo muy rentable desde el punto de vista propagandístico. Pero al mismo tiempo, quieren huir de toda asimilación a los protagonistas del conflicto vasco.
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