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Reportaje:

La naranja de Camps

El pulso del ministro de Trabajo al presidente de la Generalitat marca el ritmo de la feria de turismo

Una mujer se acercó muy despacio a la mesa que el jueves compartieron en Madrid el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, y el ministro de Justicia José María Michavila. Esa mujer portaba una naranja y su misión consistía en entregar la fruta al presidente de la Generalitat quien presidía, ante un millar de invitados, los actos del Día de Comunidad Valenciana en la feria de turismo de Madrid. En su lento trayecto a la mesa destino, la mujer de la naranja reconoció a la ex ministra de Cultura socialista Carmen Alborch, sentada junto al secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla. Sobrepasó ese espacio y prosiguió deslizándose con la fruta en sus manos, ejercitándose plásticamente hasta llegar a la mesa presidencial. En ese momento la sala enmudeció. Un sector no mayoritario de ella contuvo el aliento: "A que se la lleva Zaplana", temieron para sus adentros. La mujer de la naranja, por fin, se la entregó a Camps.

Así que el presidente de la Generalitat también ha tenido su premio en Madrid. Pero, ¿qué hace ahora Camps con una naranja en Madrid? El simbolismo se interpretaba así en una mesa muy cercana a la presidencial: "Ahora que el PP exprimió a Unión Valenciana y ya se bebe su zumo, Camps apenas puede pedir en Madrid más cosa que Zaplana le deje en paz". En cualquier caso, Sol Picó, la coreógrafa alcoyana que ideó el espectáculo de la naranja, tiene otras inspiraciones ajenas a Vicente González Lizondo (quien ya protagonizó otro espectáculo muy cítrico en el Congreso de los Diputados), a Zaplana y a Camps. Y al presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, que rizando el rizo, contrató a Isabel Pantoja para agasajar al ministro Portavoz.

El espectáculo valenciano en Fitur ha sido doble. Y también el gasto. La Diputación de Alicante contrató una producción de José Luis Moreno para amenizar el premio al mérito turístico que le concedió a Zaplana. Alquiló el pabellón de cristal de la Casa de Campo e invitó a cenar a mil personas. El acto, similar a una gala de las TVE acostumbra a retransmitir un sábado por la noche, irritó a Joan Ignasi Pla. "El ego de Zaplana llega hasta límites insospechados", apuntó. Según Pla, el enfrentamiento entre Zaplana y Camps está comenzando a desprestigiar a la Comunidad Valenciana. "Nosotros hubiéramos premiado a Pedro Zaragoza [ex alcalde de Benidorm], que tiene inmensamente más méritos que Zaplana", dijo Pla. Zaragoza es el artífice del fenómeno turístico de Benidorm.

Los socialistas aseguran que el único objetivo del presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, al otorgar el premio a Zaplana, fue restar protagonismo al presidente de la Generalitat, siguiendo su particular pulso orgánico.

Ayer Fitur abrió sus puertas al público. El pabellón de la Comunidad Valenciana estuvo colapsado de gente todo el día. "Su diseño es el mejor", opinaba un responsable de Fitur que prefirió no dar su nombre para no levantar recelos en otras autonomías. Mejor o peor sí es el más impactante. Incluso ha sido tachado de "machista" por las Amas de Casa, porque 60 bailarinas son la base del decorado. El diseñador del pabellón, Alejandro Guijarro, defendía ayer su creación y la coreografía de Sol Picó que se representa sobre ella. "El movimiento es protagonista del pabellón y ese movimiento lo ofrece el cuerpo humano. También el naranja iba ser protagonista en el pabellón, pero Turisme, con tanto gasto en premios y galas, prefirió ahorrarse los 54.000 euros que costaba pintarlo de ese color.

El conflicto entre Camps y Zaplana ha restado protagonismo al nuevo responsable de la Agència Valenciana de Turisme, Matías Pérez Such, quien no obstante ha dejado su impronta con una programación más atrevida. La coyuntura turística acompaña a Pérez Such. La Organización Mundial del Turismo pronostica que 2004 será un buen año para el sector. Fitur se clausura hoy con buenas perspectivas, pero con una gran incertidumbre: ¿se mantendrá el turismo británico (que supone el 60% de los visitantes extranjeros a la Comunidad Valenciana) con un euro tan fuerte frente a la libra esterlina?

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