Una magistrada progresista, elegida nueva juez decana de Barcelona

La magistrada Maria Sanahuja, de la asociación progresista Jueces para la Democracia, fue elegida ayer juez decana de Barcelona en sustitución de Joaquín Bayo, que abandona el cargo para trabajar como asesor de la Oficina de Protección de Datos de la Unión Europea. Sanahuja obtuvo 64 votos, frente a 53 del candidato conservador, José María Macías, de la Asociación Profesional de la Magistratura.

Las elecciones de ayer se habían convocado tras la marcha de Bayo, que ha sido decano desde 1997 y que finalizaba su mandato el próximo año. En la consulta tenían derecho a voto los magistrados titulares de los 176 juzgados de todos los ámbitos que hay en la ciudad, aunque finalmente sólo votaron 130. Además de Maria Sanahuja y de José María Macías, a las elecciones concurrió también la magistrada María José Feliu, no encuadrada en ninguna asociación y que podría definirse como la tercera vía.

El reglamento de estas elecciones establece que se necesitan tres quintas partes de votos para elegir al juez decano, lo cual no ocurrió en la primera votación. Macías obtuvo 53 votos, Sanahuja, 48, y Feliu, otros 13. A la vista de los resultados, Feliu retiró su candidatura para la segunda vuelta y eso decantó la balanza hacia la candidata progresista, que recogió 64 votos frente a 53 de Macías. También se contabilizaron 12 votos en blanco y uno nulo.

Aunque la votación es secreta, la propia Maria Sanahuja admitió ayer que una parte de los 33 magistrados de instrucción, incluidos algunos de la propia asociación Jueces para la Democracia, apoyaron inicialmente a Maria José Feliu, titular del Juzgado de Instrucción número 28 de Barcelona. Esta magistrada cuenta con prestigio entre sus colegas. Hace poco más de un año regresó a la carrera judicial tras ejercer un tiempo como abogada en una inmobiliaria. Anteriormente había estado destinada en la Audiencia de Barcelona.

En cualquier caso, el resultado final de la votación es lo que cuenta y la nueva decana no podía esconder ayer su gran satisfacción por la elección. "Estoy eufórica porque en estas elecciones podía pasar cualquier cosa", explicó. Maria Sanahuja tiene 42 años y lleva 10 en la carrera judicial. Su primer destino fue en Rubí, después estuvo en Cornellà y Tarragona y desde mayo de 2002 estaba destinada en el Juzgado de Primera Instancia número 46 de Barcelona. Es decir, un juzgado civil.

Reducir las suspensiones

Al ser preguntada por EL PAÍS sobre cuáles serán sus prioridades en los cuatro años de mandato, Sanahuja relató una larga lista. Desde la necesidad de reducir las suspensiones de juicios rápidos hasta organizar la coordinación de los Mossos d'Esquadra con la Administración de justicia ante el inminente despliegue en Barcelona. También explicó su preocupación por que los jueces de instrucción dediquen una parte de su tiempo a celebrar juicios de faltas inmediatos, y eso perjudique la investigación y la tramitación de las causas penales que tienen en la mesa.

La nueva decana de los juzgados de Barcelona explicó también que en las próximas semanas deberá abordar el diseño de la oficina judicial, que obligará a establecer servicios comunes para la ejecución de sentencias civiles. Otro problema que se le plantea es la obligatoriedad que establece la ley desde hace dos semanas de que el secretario judicial asista a todos los juicios y no pueda habilitar a algún funcionario, como ocurría ahora en algunos casos.

Sanahuja afirma que quiere ser la decana de todos los jueces, no sólo de los que la han votado, y que trabajará para ello. En este sentido, afirma que nombrará delegados de todas las sensibilidades judiciales en los diversos ámbitos. El Secretariado de Jueces para la Democracia se congratuló ayer por el nombramiento de Sanahuja y aseguró en un comunicado que eso supone un aval a la gestión de Bayo, que también era de esta asociación.