Ratificada otra denuncia contra la red que apoyó el encierro de la UPO

La red de apoyo al encierro de casi 500 inmigrantes en la Universidad Pablo de Olavide (UPO), que tuvo lugar en el verano de 2002, ha sido denunciada por uno de los participantes. El inmigrante acusa a los miembros de esta plataforma de "engañarle" y de obtener "beneficio económico" cuando "prometieron papeles para todos".

El argelino Hafid Reduoani, quien ratificó ayer en el Juzgado de Instrucción número 5 de Sevilla la denuncia contra 16 integrantes de esta red, indicó que él y otros ocho inmigrantes llevan "casi dos años sin respuesta", mientras que algunos de sus compañeros "lograron papeles en sólo tres meses". Reduoani lamentó que no haya habido equiparación en este sentido, cuando las denuncias presentadas por otros inmigrantes "se parecen como dos gotas de agua".

Este argelino, de 32 años, denunció que miembros de la red de apoyo recogieron los pasaportes de los encerrados y que algunos les pidieron dinero para comida. Según la denuncia, los fondos fueron "ingresados en sus cuentas corrientes". Igualmente, insistió en que tampoco obtuvieron en este tiempo los papeles que les prometieron, mientras que otro grupo de unos 17 inmigrantes sí los consiguió. Lamentó que la justicia funcione "para unos y no para otros" y resaltó que no reclaman "nada imposible" sino "sus derechos", mientras otros "se han lucrado a costa de nuestro interés por un permiso de trabajo".

Asimismo, dijo que recibieron "presiones" de los miembros de la red, quienes les dijeron que, si no protagonizaban un encierro de esas características, "no habría posibilidad de obtener papeles.

Añadió que han hecho entrega de las pruebas de las que dice disponer en el Juzgado, pero que han sido "víctimas de juegos políticos" y de una "mafia", encontrándose ahora "sin ayuda", incluso con la negativa de parte de algunos abogados de oficio de acoger su caso.