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Columna
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Debate andaluz

Teófila Martínez asegura que Manuel Chaves es un cobarde. La presidenta del PP andaluz no ha escatimado adjetivos en su crítica al presidente de la Junta de Andalucía al que llama cobarde por haber tardado, según ella, veinticuatro horas en reaccionar al caso Rovira, tardanza que evidencia el servilismo y sumisión de Chaves a Maragall. Así habló Teófila después de que el presidente de la Junta pidiera al presidente de la Generalitat que aceptara la dimisión de Carod Rovira y asegurara que si alguno de sus consejeros tuviera contactos con ETA sin su conocimiento y su autorización, no dudaría en cesarlo. La presidenta del PP andaluz le pide más a Chaves, le exige que el PSC rompa el pacto con ERC. La estrategia de Teófila Martínez está en línea con la estrategia marcada desde la dirección del PP, de acoso y derribo, desde el momento en que se formó, al gobierno tripartito de Cataluña. A media tarde del martes pasado, conocida la decisión de Maragall de aceptar la renuncia de Rovira y el anuncio de éste de presentarse a las elecciones generales, por tanto abandonar el Gobierno de la Generalitat, el Gobierno andaluz declaró que el objetivo que se había marcado Manuel Chaves, en línea con la petición de Rodríguez Zapatero a Maragall, estaba cumplido y, por su parte, pasaba página porque su intención era la de centrarse en las elecciones autonómicas y el debate andaluz. Teófila Martínez ha reivindicado el debate andaluz en la campaña electoral y ha acusado al presidente Chaves de querer evitarlo al convocar las elecciones autonómicas conjuntamente con las generales y, sin embargo, lleva varias semanas obsesionada con el tripartito catalán, con las relaciones de Chaves con Maragall y con lo que ella ha decidido llamar "eje Maragall-Rovira-Chaves". Su insistencia le puede perder, sobre todo teniendo en cuenta el giro que está tomando el caso Rovira en las últimas horas, con la exigencia de la oposición al Gobierno, de explicaciones sobre la actuación de los servicios secretos y del propio Gobierno en ese asunto. Acaso, si las cosas se complicaran, la candidata popular quisiera aplicarse al debate andaluz. Y nunca sería tarde aunque la dicha para el PP, si realmente el caso Rovira se complica por ahí, no sería buena.

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