Revistas españolas con prestigio internacional
Los biólogos españoles que estudiamos animales y plantas en su medio natural, y por ende la comunidad científica española, estamos de enhorabuena. Tras 50 años de publicación ininterrumpida, Ardeola, la Revista Española de Ornitología, ha sido incluida en el Journal Citation Reports (JCR), la lista de revistas en las cuales se publica el 95% de los trabajos que son utilizados por la comunidad científica internacional, según la empresa privada que la gestiona, el Institute for Scientific Information (ISI). Los responsables científicos nacionales, al igual que los del resto del mundo, compran y utilizan el JCR para la evaluación curricular de candidatos a becas, contratos o plazas de investigador, así como para la concesión de ayudas públicas para la investigación.
La inclusión de una revista en el JCR supone un reconocimiento internacional de la potencial repercusión de sus contenidos, con lo que el número de revistas incluidas por país indican su prestigio científico. Sólo 28 revistas españolas (29 incluyendo Ardeola) están incluidas en el JCR. Es decir, sólo un 0,47% de las revistas consideradas prestigiosas se editan en nuestro país, lo cual contrasta con el hecho de que el 2,9% de los artículos de impacto internacional publicados entre 1997 y 2001 los firmaron autores españoles.
España no sólo está exportando científicos a países con mejores infraestructuras, sino también gran parte de su producción científica. Las mejores publicaciones de los científicos españoles están contribuyendo a mantener el nivel científico y la rentabilidad económica de revistas publicadas fuera de España, un hecho que contradice objetivos que debieran ser prioritarios de la política científica española como retornos de las inversiones en formación de científicos en forma de publicaciones.
La exportación de artículos perjudica gravemente a las revistas españolas y a las sociedades científicas o editoriales que las publican. La necesidad que tienen los científicos por publicar en las revistas incluidas en el JCR compromete el futuro de las que aún no lo están porque reciben menos trabajos originales y de menor calidad. Esta escasez hace cada vez más difícil mantener su periodicidad y su nivel de calidad, con lo que es más difícil que los trabajos publicados en estas revistas sean citados y por tanto que sean incluidas en el JCR. Una vez que una revista es seleccionada, sin embargo, este proceso de retroalimentación negativa se transforma en uno positivo, pues la revista aumenta su difusión, los trabajos publicados en ella son considerados en convocatorias de plazas y fondos de investigación, y aumenta el volumen de trabajos recibidos. La otra manera de entrar en la lista es diseñar revistas centradas en campos científicos emergentes y apoyadas por grandes inversiones que aseguren su difusión, un método que siguen habitualmente las grandes editoriales científicas y con el que obtienen importantes beneficios: del orden del 40% dado el trabajo no remunerado de autores, revisores y editores.
Ardeola, como otras revistas españolas y de otros muchos países, ha seguido el camino más largo y difícil. Empezamos a solicitar la inclusión de la revista por los JCR en 1983, una solicitud que ha sido rechazada en cuatro ocasiones. Las causas de rechazo se han ido solucionando, a pesar de lo expuesto anteriormente, gracias al elevado nivel científico de los ornitólogos españoles, que han apoyado la revista mediante el envío de manuscritos, al trabajo desinteresado de revisores y editores y al apoyo económico de los socios de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife). Estos apoyos han sido imprescindibles, pues su utilidad científica, hoy reconocida internacionalmente, ha sido minusvalorada al evaluar solicitudes de plazas o fondos de investigación y la Administración española no apoya económicamente a las revistas científicas desde hace más de diez años. Los esfuerzos para conseguir que Ardeola haya sido finalmente reconocida por el ISI como una de las 16 mejores revistas mundiales de ornitología han recaído entre los ornitólogos españoles, profesionales y aficionados, mientras que los beneficios se extienden a todo el país.
Hay más revistas españolas que están recorriendo el mismo camino, y la propia Ardeola tiene aún que sobrevivir a la sobrecarga de trabajo que va a suponer su inclusión en el JCR. Pensamos que es urgente establecer un pacto social, institucional y político que apoye a las revistas científicas españolas con alto potencial de impacto internacional. De este modo, la Administración estaría un poco más a la altura de los esfuerzos e inversiones personales y materiales realizados por los miembros de las sociedades científicas españolas, unos esfuerzos que han sido hasta el momento los únicos que han mantenido y potenciado la ciencia española a través de uno de sus principales medios de difusión: las revistas científicas.
Además de Mario Díaz, firman también este artículo Benigno Asensio, Andrés Barbosa, Francisco Bernis, Eulalia Moreno, Francisco J. Purroy, Juan J. Sanz y José L. Tellería, editores actuales y pasados de Ardeola (SEO/BirdLife
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