"No creo en un arte de género; los temas son universales"

A sus 28 años, Naia del Castillo inaugura mañana su primera exposición individual en una sala no comercial: el Artium le ha cedido 400 metros cuadrados para que muestre una selección de su obra. Son esculturas y fotografías con las que va componiendo un universo propio en el que los personajes atrapados en lo cotidiano también tienen espacio para la seducción, que bebe de ecos cortesanos franceses, justo ahora que ha llevado su residencia a París.

Pregunta. ¿Por qué este traslado a la capital francesa?

Respuesta. Llevaba dos años en Barcelona y necesitaba un cambio de aires, salir al extranjero para seguir aprendiendo. Además, en París está la Cité Internationale des Arts que me ofrecía la posiblidad de trabajar en un ambiente de gran creatividad con otros artistas, compositores, cantantes... Y luego está mi interés por la literatura y la historia vinculadas a la seducción cortesana del siglo XVIII.

P. Seducción y vida doméstica son los temas de su última obra

, temas muy femeninos.

R. Es un asunto un poco resbaladizo. Los temas que trato no son exlusivamente una reivindicación femenina, sino que me preocupan a mí como persona. No creo en un arte de género. Al final, seducción y alienación son preocupaciones generales del ser humano.

P. Se presenta como escultora, aunque lo que trascienden son sus fotografías.

R. Que también son esculturas, como es evidente. Lo importante es el objeto creado, al que luego me gusta fotografiar en una ambientación concreta. No soy una fotógrafa profesional, porque no trabajo en la realización final de las imágenes, sólo utilizo la fotografía para cargar más de contenido mis escultoras.

P. ¿Cuáles son sus referentes? Se ha citado a Magritte, Pina Bausch o Eulalia Valldosera. ¿Dónde está la escuela vasca?

R. Lo cierto es que tengo influencias de muchas partes, más que nada porque ya antes de ir a la facultad de Bellas Artes, afortunadamente ya había estado en el MOMA de Nueva York, la Bienal de Venecia o ARCO. Me gustan las referencias cotidianas, buscar la vuelta de tuerca a la rutina, siempre desde esa mirada distanciada que se pregunta por la relación que mantenemos con esa realidad. Trato de cuestionar los tópicos, quizás no con la visceralidad de mis primeros años.