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Reportaje:Aulas

Una plancha para papá

Más de 4.000 alumnos acuden a la Escuela de la Igualdad, que rompe los roles tradicionales

¿Quién hace la comida en casa, friega, plancha, pone la lavadora y barre? "¡Mamáaaa!" ¿Quién se sienta en el sillón más cómodo, usa el ordenador, conduce y tira la basura? "¡Papáaaa!" ¿Quién cuida las mascotas? "¡Yoooo!". Lo tienen claro. Los niños del primer curso de primaria del colegio San Felipe Neri, de seis y siete años, saben cómo están repartidas en casa las tareas del hogar. Pero, ¿saben si es justo? Ése es uno de los objetivos de la Escuela de la Igualdad, una iniciativa de la Fundación Municipal del Ayuntamiento de Cádiz, que este año cumple su tercera edición. Este curso participarán en la Escuela 4.800 alumnos de infantil, primaria y secundaria. Lo que se pretende es educar a los estudiantes en la igualdad, desterrar los roles impuestos por la sociedad y prevenir la violencia de género.

En los talleres de infantil y primaria, dos monitoras se visten como la maga Kapura y el hada, y reparten entre los alumnos dibujos que representan distintas tareas domésticas. Ellos los tienen que ir pegando debajo de los dibujos de papá, mamá y dos hijos. Al final del juego, la madre tiene una lista de nueve tareas, las más ingratas, mientras que el papá hace siete, entre ellas, leer el periódico, conducir y hacer zapping.

Después de asistir a la Escuela de la Igualdad, los profesores de San Felipe Neri que acompañan a los alumnos, Guillermo Dorado y Manuela Montero, sacan sus conclusiones: "El problema no está en el colegio", explica Dorado. "Los roles los tienen muy asumidos porque los traen de casa. Es curioso, pero los padres de estos niños son jóvenes y aún mantienen las diferencias en las tareas del hogar. La igualdad está más asumida en los medios de comunicación y en la publicidad que dentro de las casas".

Este profesor cree que sus alumnos aún no son conscientes de que las tareas están mal repartidas. "Lo que se les inculca en esta escuela también lo trabajamos en el centro, pero lo que les entra por los ojos es lo que ven en casa", dice. Que se lo digan a la madre de Ramón Domínguez, de siete años, que tiene muy claro por qué es ella la que se encarga de la tareas del hogar: "¡Porque mamá limpia mucho mejor!".

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