El Málaga se estrella ante un Valladolid solvente

Poco más de media hora duró la ilusión. Parecía que por fin el Málaga iba a salir de su letargo, ése que le ha reportado perder en las últimas cuatro jornadas y ser apeado de la Copa del Rey por el Celta, y, sin embargo, apenas si le dio tiempo de desperezarse cuando ya dormitaba de nuevo. Una actitud que ya empieza a preocupar. Después de haber rehabilitado a todos los desahuciados que se han cruzado por su camino -Celta, Real Sociedad y Betis- se esperaba que ayer el equipo de Juande Ramos mostrara otra cara. Y simuló hacerlo durante la primera mitad, en la que el Valladolid anduvo perdido y desdibujado y dejó al rival el mando del partido. La temprana retirada del temido Makukula dejó al equipo de Fernando Vázquez algo cojo en ataque. Una situación que aprovechó el Málaga para volcarse en ataque y amedrentar cuanto pudo a la imprecisa defensa rival. Romero al palo y un balón que Canabal estrelló en Bizarri fueron los primeros avisos del Málaga antes de llegar a los primeros diez minutos de partido. Con el Valladolid recolocándose, el Málaga campó a sus anchas. Una ilusión.

El Málaga entró en barrena nada más verse con ventaja. Todo el despliegue técnico que mostró se diluyó nada más encajar el golazo que Sales y Losada le brindaron a Óscar antes del descanso. El Valladolid creció y se adueño del partido y del marcador.