La casa sin barrer
Con tanta presentación de programa, actos políticos preelectorales, ruedas de prensa y visita a los distintos pueblos de Andalucía, fundamentalmente, de la provincia de la Sevilla, la candidata del Partido Popular, Teofila Martínez, parece estar tan ocupada que apenas tiene tiempo para dedicarse a su labor como alcaldesa de la ciudad de Cádiz. Un simple dato nos viene a indicar que tiene la casa sin barrer, confiando en exceso en sus colaboradores locales. Han tenido que pasar nueve días para que, por fin, comparezca ante los medios informativos gaditanos para hablar, entre otras cosas, del derrumbe parcial de un viejo acuartelamiento, de propiedad municipal, un desgraciado percance que ha costado la vida a un joven y heridas de diversa consideración a otros dos.
Sus primeras palabras han sido para mostrarse evidentemente a la defensiva, eludiendo cualquier responsabilidad del Ayuntamiento en este accidente mostrándose, de camino, muy molesta por las informaciones que están surgiendo en torno a este asunto, sobre todo, después de que la prensa desvelara la existencia de un informe de la Policía Local y una resolución de su propia comisión de gobierno en donde se optaba por tomar medidas para impedir que la gente entrara en ese edificio abandonado planeándose su derribo ya que se había convertido en un foco de continuos problemas. Eso fue en el pasado mes de julio. Desde entonces en ese inmueble ha habido todo tipo de incidencias e incluso ha sido empleado por distintos colectivos sociales para celebrar hasta fiestas y ensayos de agrupaciones de carnaval.
La mala suerte quiso que fueran los tres chicos que estaban jugado en su interior los que pagaran un duro tributo por estar en este viejo cuartel, pero su hundimiento pudo provocar, incluso, una tragedia mayor dado lo frecuentado que estaba habitualmente, tal y como en reiteradas ocasiones lo habían denunciado los vecinos de la zona. Hasta ahora este asunto no había trascendido más allá del puente Carranza, donde acaba el término municipal de la capital, pero eso no quita que el mismo se le convierta en una molesta china en el zapato a medida que pasan los días, precisamente, en el peor momento, cuando está enfrascada en explicar y vender su oferta electoral, llevando, precisamente, como principal aval, su gestión al frente del ayuntamiento de Cádiz. Es por eso que resulte inútil su empeño en tratar de poner diques y querer evitar así que este espinoso tema forme parte de su argumentario diario en campaña puesto que su trayectoria como edil es presentada como la mejor garantía de alguien que aspira a gobernar a todos los andaluces. En ese afán de poner sordina, hay quien incluso, queriendo ser más papistaque el Papa, la trata de proteger inútilmente, lanzando dudas sobre los chavales que fueron víctimas del siniestro, criminalizándoles por estar en un edifico abandonado. Es el colmo, pero tan fino seguro que no hilarían si el mismo caso le hubiese sorprendido a un alcalde del PSOE.
Por si fuera poco, su grado de interlocución social queda seriamente tocado observando cómo se las gasta en Cádiz en el ayuntamiento que preside. Mantiene un largo conflicto con sus funcionarios que llevan dos años sin convenio. Con unas negociaciones estancadas, los dirigentes sindicales se han tenido que subir al tejado de la casa consistorial para llamar la atención y apoyar sus reivindicaciones laborales. La respuesta no se ha dejado esperar. Ha desplegado una intensa campaña publicitaria, con dinero de todos los gaditanos, insertando anuncios en los medios locales para desacreditar a los sindicalistas acentuando su ataque acusándoles de estar financiados por el PSOE, tal y como esta misma semana se puede comprobar. Sólo le ha faltado que recurriera a aquello tan socorrido en otros tiempos de estar pagados por el oro de Moscú. Así las cosas, no es de extrañar que los encuentros sectoriales que ha protagonizado hasta ahora se hayan saldado sin apenas gloria alguna. Echando un vistazo a la relación de asistentes, por ejemplo, al acto de su encuentro con el mundo de la cultura o al de la presentación de sus propuestas en materia de medio ambiente, nos daremos cuenta a la perfección del grado de aislamiento en el que se desenvuelve el PP en Andalucía, carencia que se ha podido confirmar a lo largo de esta legislatura.
