_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Los médicos del Yak-42

Ante lo dicho por el secretario general de Política de Defensa (señor Ugarte) en una entrevista, en la que respondía que a los 10 días del siniestro todavía quedaban restos humanos en la zona, pero que eso no impidió las identificaciones, no me queda más que expresar mi indignación ante el trato que recibieron nuestros familiares fallecidos en el accidente, y el intento de tomarnos el pelo día a día con informaciones que no se corresponden a la verdad.

Si los familiares teníamos dudas sobre a quién habíamos enterrado, el señor Ugarte las ha acrecentado. Además, entre los médicos que se desplazaron al lugar de la tragedia no había ningún forense, porque en el Ejército no existe esa especialidad, según ha reconocido él mismo.

Entre las titulaciones que poseen dichos médicos, está el título de médico de vuelo del jefe del equipo, que se obtiene después de un cursillo de una duración aproximada de tres meses (de temas de fisiología), la especialidad de medicina aeroespacial de otro médico (en la que se estudian los efectos que produce en las personas el medio aeronáutico y espacial). Los dos anatomopatólogos que les acompañaron están actualmente estudiando un curso de Antropología Forense en Madrid, me imagino que para poder afrontar con más seguridad un caso similar.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Dichos médicos serán excelentes en sus especialidades, pero no se les puede considerar forenses ni especialistas en necroidentificación, y menos aún capacitados para reconocer con garantías a 62 personas en un tiempo récord de 36 horas sin haber realizado pruebas de ADN ni placas dentales. (En otros casos similares tardaron semanas.)

Por si alguien no lo sabe, en este accidente había, según la televisión y la prensa turca, más de 30 calcinados (el gobernador turco de Macka dijo que iba a ser imposible reconocerlos). Tampoco se siguieron los protocolos de autopsias que se llevan a cabo en catástrofes aéreas: operaciones de recogida de personas y objetos realizadas por un equipo de especialistas, reportaje fotográfico y de vídeo del lugar del accidente antes de levantar los cadáveres; por supuesto, una foto de cada fallecido, que es lo que se realiza en cualquier autopsia, etcétera.

Después de lo expuesto anteriormente, pregunto a los médicos: ¿cómo accedisteis a ir en esas condiciones, sin posibilidad de realizar una correcta identificación de muchos de ellos? Eran vuestros compañeros, ¿tan poco os importaban ellos y sus familias? ¿ Podéis conciliar el sueño?Sólo me queda preguntar: ¿qué o a quién hemos enterrado?

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_