Una Harley con marcha

ERIC BUELL HA SIDO siempre un apasionado de las Harley, pero también un ingeniero poco convencional y con espíritu innovador. La combinación entre su imaginación y la pasión por los productos de la marca ha sido la clave para que surgieran las Buell, unas motos atípicas forjadas en su mente y realizadas con tal brillantez que la propia Harley Davidson ha acabado comprando todas sus patentes. Así, Buell representa una división de la fábrica de Milwaukee que produce sus modelos más especiales, más o menos lo mismo que AMG en Mercedes.

Las motos Buell cuestan unos 12.000 euros, con lo que no resultan económicas ni tampoco prohibitivas. Son muy poco conocidas en España porque hasta ahora el importador de Harley no había mostrado interés en ellas. Pero desde enero de 2004 se han empezado a comercializar a través de una filial de Harley Davidson, que las vende en los concesionarios más selectos de la marca.

Las Buell son muy poco convencionales, lo que se aprecia ya en la estética porque tienen unas medidas extremas: tanto la distancia entre ejes como el ángulo de dirección corresponden a una moto de carreras de media cilindrada.

- UN VIEJO ROCKERO

Para el motor se ha tomado como base el de la serie Sportster de Harley, aunque profundamente modificado. Incluye nuevos cilindros, pistones, distribución, sistema de engrase, alimentación... Y en realidad comparte muy poco con el modelo original. Sigue siendo un bicilíndrico en V a 45º refrigerado por aire y con 1.204cc de cilindrada. Pero en este modelo rinde 100 CV a tan sólo 6.600 revoluciones y entrega un contundente par o fuerza de empuje de 11 mkg. El conjunto cuenta también con un cambio de cinco marchas y la transmisión final se realiza con una correa dentada.

Uno de los aspectos más originales de esta Buell está en que aprovecha el interior del bastidor -un monocasco de doble viga- como depósito de combustible y el basculante sirve también como depósito de aceite del motor.

Los frenos también son diferentes: el delantero es periférico (muy poco usual) y va anclado al exterior de la llanta, lo que permite que los radios de la rueda puedan ser más ligeros, ofreciendo una frenada similar a la de un doble disco.

- CÓMODA Y EQUILIBRADA

La Buell XB12 S Lightning es una moto muy equilibrada. Para empezar, lleva un manillar casi plano y las estriberas están muy bien situadas, lo que permite adoptar una posición muy natural. Y las prestaciones ni defraudan ni sorprenden: ofrece lo que se puede esperar de una moto de este tipo. Supera con amplitud la barrera de los 200 km/h., pero su mejor virtud está en que permite compaginar una conducción tranquila y sosegada, como corresponde a una moto con motor bicilíndrico de Harley, y aporta además una buena dosis de deportividad para poder disfrutar cuando se circula en trazados muy virados.

En lo que se refiere a los frenos y suspensiones no hay nada que objetar: todo funciona perfectamente y da seguridad. Sin embargo, presenta también algún detalle mejorable, como el guardabarros trasero portamatrícula, que va perforado y deja pasar toda la suciedad que arrastra la rueda, reduciendo al mínimo su utilidad en los días de lluvia.