Aguirre pide a los sindicatos que adapten sus demandas salariales a la productividad para evitar desinversiones

La nueva consejera de Industria, Comercio y Turismo, Ana Aguirre, quien sustituye al recién nombrado presidente del PNV, Josu Jon Imaz, lanzó ayer un mensaje a todos los agentes sociales para adecuar los salarios a la productividad como única manera de poder competir en la nueva Europa de 25 socios y del mercado globalizado y evitar desinversiones.

Aguirre evitó pronunciarse respecto a la estrategia negociadora del sindicato ELA, mayoritario en Euskadi, que no firma convenios sectoriales para conseguir mayores subidas en el ámbito de la empresa, pero dejó claro que exigir incrementos salariales por encima de la productividad puede generar problemas reales en los próximos años. Mercedes anunció en verano pasado que estaba dispuesta a trasladar parte de su producción de Álava a Alemania si no se resolvía un conflicto colectivo.

Aguirre va a comenzar una reflexión conjunta con los agentes sociales con el objetivo de redefinir la estrategia industrial para la próxima legislatura. Una redefinición que justificó, entre otras razones, porque estos días se están "viendo las oportunidades y amenazas de la globalización como las deslocalizaciones o las desinversiones, ya que el contexto internacional es muy distinto".

La consejera citó además que los objetivos del departamento pasan por duplicar en seis años el gasto en Investigación y Desarrollo (I+D) sobre el PIB, y sacar adelante en lo que resta de legislatura la primera Ley de Industria de la comunidad autónoma.

Otras de sus líneas de trabajo serán conseguir que el 12% de la energía consumida sea renovable, que la intensidad energética se sitúe en un 16%, que el ahorro de energía alcance el 15% en 2010, y desarrollar la Ley de Actividades Comerciales para regular las ferias, además de crear la Comisión Coordinadora del Consumo.

[Dirigentes de ELA y LAB se manifestaron ayer ante la sede del Gobierno para protestar por el convenio de eficacia limitada firmado con CCOO y UGT. El secretario general de ELA José Elorrieta lo calificó de "acto de chulería"].