Mendicidad
Es frecuente que haya mujeres con bebés pidiendo. No me es ajeno el que sean inmigrantes. Y si los poderes públicos no intervienen, los niños están desamparados. Y hay que protegerlos. Sus pupilas son reservas de inocencia. Como las de la niña que he visto hoy viajando sola en el metro. Me ha parecido tan pequeña que le he preguntado si iba con alguien. "No", me ha contestado. "Pero eres muy pequeña". "Bueno", he corregido, "se te ve mayor y muy formal, pero a mí me gustaría más que fueras con un adulto".
"¿Cuántos años tienes?". "Once". "¿Y no tienes quien vaya contigo?". "Es que mi padre y mi madre están trabajando". Melena negra, ojos negros, piel morena, cuerpo menudo de movimientos adultos, cara bonita. "No te vayas con nadie". "No", ha dicho entre una media y dulce sonrisa cuando nuestros caminos se han bifurcado. Lo social está en la pendiente.
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