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El autobús de los 'sin techo' lleva sólo unos 20 pasajeros por noche

El 90% de los indigentes va en metro al refugio de la Casa de Campo

El autobús de los sin techo parte cada noche medio vacío. Sólo unos 20 pasajeros usan a diario esta línea gratuita de la EMT que sale de Atocha a las 22.00 y a las 23.00 para llevar a las personas sin hogar al refugio abierto en diciembre en la Casa de Campo. El albergue está a tope: previsto para 130 indigentes, ha llegado a acoger a 170. Pero la mayoría de sus usuarios prefieren acceder a él por sus medios.

El nuevo refugio municipal de la Casa de Campo nació para sustituir al túnel del metro de Atocha, que se abría en las noches más frías: un pasillo donde se hacinaban hasta cien personas tumbadas en el suelo y con un solo retrete para todos.Los responsables de la Concejalía de Empleo y Servicios al Ciudadano creían que los indigentes, acostumbrados al céntrico cobijo de Atocha, tendrían dificultades para desplazarse hasta la Casa de Campo y por eso habilitaron este autobús gratuito. Pero sus previsiones no se han cumplido.

Portavoces de la concejalía explican que la mayoría de los usuarios del nuevo albergue (un 75%) son inmigrantes sin un techo donde cobijarse, pero en plenitud de facultades físicas y psíquicas. "Es, por tanto, gente acostumbrada a recorrer la ciudad en metro, que se mueve hasta donde haga falta para encontrar cama y comida", argumentan. "Al refugio de la Casa de Campo no van indigentes con un gran deterioro psicosocial, que son los que podrían recurrir más al autobús por sus problemas para desplazarse", añaden.

Poco después de la apertura de este centro, inagurado el 2 de diciembre de 2003, el autobús de los sin techo llegó a trasladar a 80 pasajeros por noche. Pero ahora sólo recurren a él una décima parte de las personas cobijadas en este refugio.

El autobús especial se utiliza poco. Pero no ocurre lo mismo con el albergue. Las previsiones municipales de acoger en él cada noche a unas 130 personas tumbadas en colchones sobre el suelo (no hay camas) se han quedado cortas. El domingo pasado llegaron a guarecerse en él 170 indigentes. "Fue una situación puntual, porque hacía una noche muy fría, pero lo normal es que haya unas 130 o 140 personas", aseguran fuentes municipales.

Este nuevo refugio está situado en una zona de la Casa de Campo donde existen ya otros tres albergues -Mayorales, Puerta Abierta y el de inmigrantes de Cruz Roja-, así como un centro de dispensación de metadona. Sólo está previsto que funcione mientras las temperaturas sigan siendo bajas. Después cerrará, y puede que definitivamente, porque los responsables municipales prevén buscarle otra ubicación. Consideran que la actual, en unos casetones prefabricados usados por los técnicos durante la ampliación de la línea 10 de metro, es "provisional".

La saturación de los albergues obliga a abrir 80 plazas de emergencia

El intenso frío de este invierno ha desbordado los ya saturados albergues para indigentes, obligando al Ayuntamiento a habilitar 80 nuevas camas de emergencia. Así, desde el pasado 12 de diciembre el refugio municipal para inmigrantes que Cruz Roja regenta en la Casa de Campo, con capacidad para 60 personas, se ha ampliado con 60 nuevas plazas (en butacas abatibles, no en camas). Se han instalado también 20 nuevas camas de emergencia en el centro de acogida municipal de San Isidro.

En los albergues, las plazas libres escasean. El miércoles la ocupación era del 100% en los albergues de Mayorales y San Isidro y en los dos que regenta Cruz Roja para inmigrantes; del 98% en el albergue de San Juan de Dios y del 95% en el de San Martín de Porres.

Portavoces municipales explican que, además, cada noche, unas 30 personas sin hogar durmen en pensiones contratadas por el Ayuntamiento. "Una cifra muy superior a la de otros años", aseguran. Estas plazas en hostales se destinan a los usuarios de los albergues con menos deterioro físico y psíquico y así su plaza puede ser ocupada por otras personas con mayores problemas de exclusión.

La concejala de Empleo y Servicios al Ciudadano, Ana Botella, aseguró, durante la presentación de la campaña de atención a indigentes de este invierno, que el objetivo de su equipo es "que todas las personas sin hogar de Madrid reciban atención". Entre sus proyectos está construir un nuevo centro de acogida municipal y un programa de alojamiento y apoyo social para que los ciudadanos afectados por problemas graves (desahucios, ruptura familiar, pérdida del empleo...) no acaben en la calle.

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