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Reportaje:

Los alumnos también se queman

Un equipo de la Universidad Jaume I cifra en un 8% el índice de estudiantes con síndrome 'burnout'

María Fabra

Agotado emocionalmente. Distanciado de los estudios. Consciente de la falta de eficacia académica. Éstos son los síntomas del síndrome del burnout, o de "estar quemado", que hasta ahora se habían estudiado, únicamente, en profesionales, sobre todo entre profesores. El equipo Wont (Work and New Technologies) de la Universitat Jaume I de Castellón ha realizado una investigación entre 872 estudiantes universitarios pertenecientes a 18 titulaciones impartidas en los tres centros de la institución académica: la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas, y la Escuela Superior de Ciencias Experimentales. Así, el equipo se convierte en pionero en el estudio de este síndrome entre alumnos, con unos datos iniciales que arrojan una incidencia del 8%. Las estudiantes de los últimos cursos de las carreras que se imparten en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas de la Jaume I conforman el patrón tipo de estudiante "quemado", que tiene como consecuencia un menor rendimiento académico.

Sin embargo, la investigación no se ha limitado al burnout sino que ha ido más allá hasta tratar varios indicadores de bienestar psicológico, entre los que se encuentran el burnout (cinismo y agotamiento emocional), el engagement (motivación académica) y la satisfacción general.

En cualquier caso, el agotamiento, el desasosiego, el desánimo, no afecta a todos por igual. La afección es mayor entre las chicas, que acaparan dos tercios de los casos detectados, que en los chicos. También según la titulación, el estudio señala cómo se advierten diferencias en función del centro. Así, destacan los estudiantes de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, que presentan un mayor bienestar psicológico y muestran menores niveles de burnout y mayores niveles de engagement. Los estudiantes de Humanidades, Psicología, Traducción y Filología, entre otros, se perciben más "autoeficaces académicamente", tal como indica el estudio, y "presentan mayores niveles de felicidad académica y satisfacción con sus estudios". Por contra, los estudiantes de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas, que cursan estudios de Derecho, Ciencias Empresariales y Relaciones Laborales, entre otros, presentan mayores niveles de "cinismo" y menores niveles de motivación y satisfacción. En el término medio están los alumnos de la Escuela Superior de Ciencias Experimentales con un patrón que la investigación califica de "mixto".

El equipo, al que pertenecen las doctoras Marisa Salanova, Rosa Grau, Isabel Martínez y Susana Llorens y el catedrático Wilmar Schaufeli, de la Universidad de Utrecht, señala en su estudio que el bienestar psicológico es menor en los cursos superiores, aunque los alumnos "comenzaron sus estudios con alta motivación pero, tras varios años, han adoptado una actitud cínica y distante, no percibiéndose plenamente eficaces en sus tareas".

Pero la tarea del equipo no es únicamente la de detectar los casos sino la de alertar de los porqués de estas situaciones. Así, se han identificado hasta 26 obstáculos "que afectan a la buena ejecución del estudiante" y se refieren a cuestiones relacionadas con la Universidad, los profesores y compañeros de estudios o a ellos mismos. La presión temporal (muchas tareas y poco tiempo), la ansiedad ante los exámenes y algunos servicios de la Universidad como, por ejemplo, el servicio de reprografía son algunos de los que más afectan. Y para remediarlo, las recetas son tan obvias como el compañerismo, el apoyo de la familia y los amigos.

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