Méndez apoya con cautela el programa económico socialista

La postura de UGT de cara a las elecciones generales puede definirse como un sí pero no. Su secretario general, Cándido Méndez, dio ayer un repaso negativo en Bilbao a las actuaciones de la legislatura con "mayoría absoluta" del PP. Tras asegurar que la central no apoyará a ningún partido, Méndez dejó traslucir sus preferencias.

La política en materia laboral del PSOE les gusta porque tiene como prioridad la lucha contra la precariedad y contra la externalización de actividades de las empresas. La política industrial les atrae porque consideran que actualmente no existe ninguna. Sobre la política fiscal, UGT prefiere no opinar, hasta que se concrete, pero cree que tendrá un carácter progresivo porque así se lo ha asegurado el secretario general socialista, José Luis Rodríguez Zapatero. Méndez aprovechó también para arremeter contra el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, por "admitir que entre 2000 y 2003 se produjo una pérdida de recaudación de 15.000 millones de euros" debido a "las sucesivas reformas tributarias de desfiscalización a los ricos del PP".

Méndez señaló que, como en los últimos años, UGT aportará "argumentos" para que los trabajadores "tomen la decisión que pueda interesarles más en las urnas". "Compararemos los programas", dijo antes de señalar que el PSOE es el "único partido que ha presentado una propuesta para un programa". UGT reunió ayer en Bilbao su consejo federal en solidaridad con los sindicalistas vascos y navarros. En el documento aprobado censuró el plan Ibarretxe y pidió respeto para la autonomía de Navarra.

Por su parte, el presidente del Círculo de Empresarios, Manuel Azpilicueta, afirmó ayer que el PSOE se "precipitó" con su propuesta fiscal y que el PP también lo ha hecho al cuantificar su coste en 10.000 millones. Azpilicueta defendió la necesidad de que el Gobierno salido de las urnas del 14-M continúe con las reformas económicas iniciadas por el PP.