El Fòrum apremia a crear el órgano para decidir las ciudades que acogerán sucesivas ediciones

A cuatro meses de la inauguración del Fòrum 2004, sus organizadores apremian para que se cree una fundación que designe las ciudades donde se celebrarán las sucesivas ediciones. Las prisas se deben principalmente a que a Durban (África) y Monterrey (México) se les ha añadido con fuerza la japonesa Fukuoka para recoger el testigo de Barcelona. Este asunto será uno de los que abordarán hoy el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el consejero delegado del Fòrum, Jaume Pagès, además de los nombramientos del nuevo Consejo de Administración tras el cambio de Gobierno.

Ayer, tanto fuentes del Fòrum como de la propia Generalitat señalaban que Ernest Maragall, secretario de Gobierno, asumirá la vicepresidencia del evento. Falta por determinar quiénes serán los otros cuatro representantes de la Generalitat en el Consejo de Administración y si se cede alguna vocalía a Convergència i Uniò, tal como solicitó recientemente el director general, Jordi Oliveras. En la reunión de hoy entre Pasqual Maragall y Jaume Pagès también se tratará el cambio de orientación de Canal Fòrum, concebido en sus inicios como un canal de emisión continua que hay que revisar. A Pagès le interesa tener una presencia mayor en las cadenas públicas generalistas.

Ciudades aspirantes

Pero lo que más urge a los responsables del Fòrum es poder dar alguna respuesta a las ciudades que quieren suceder a Barcelona como sedes del evento. Algunas de ellas, sobre todo Monterrey y Fukuoka -ambas capitales de grandes áreas metropolitanas-, han hecho algo más que mostrar interés. Han presentado ya esbozos de algunos proyectos y se han entrevistado con responsables del Fòrum en varias ocasiones. Fukuoka, de 1,3 millones de habitantes, está construyendo una isla artificial de 400 hectáreas en parte destinada a viviendas y en parte a oficinas y centros culturales, y una delegación encabezada por el alcalde de la ciudad, Yamasaki, ha visitado la capital catalana en tres ocasiones.

Sin embargo, según fuentes del Fòrum, la ciudada mexicana de Monterrey, con un área metropolitana equiparable a la de Barcelona, es por el momento la mejor colocada. La semana que viene, una delegación de esta ciudad volverá a visitar el Fòrum. Pero el problema de fondo está sin resolver: quién decide entre las propuestas.

La premura del Fòrum para anunciar la ciudad sucesora -sus responsables han redactado ya un borrador de estatuto- antes de la inauguración del evento, el 9 de mayo, contrasta con la postura del Ayuntamiento. El consistorio quiere vincular la sucesión al proceso de fusión de las dos grandes organizaciones mundiales de ciudades que culminará en París pocos días antes del inicio del Fòrum. La Unión Internacional de Autoridades Locales (IULA) y la Federación Mundial de Ciudades Unidas (FMCU), además de Metrópolis -que preside el alcalde de Barcelona, Joan Clos-, se unirán en una sola estructura, Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, que tendrá su sede en Barcelona. Clos es partidario de que esa nueva asociación municipalista esté estrechamente vinculada a las sucesivas ediciones del Fòrum. Este proceso llevaría a nombrar a la ciudad sucesora más adelante. En cualquier caso, se pretende que en el futuro no coincida la celebración del Fòrum con los Juegos Olímpicos, contrariamente a lo que ocurre este año. Así, la próximas convocatoria podría anticiparse a 2006 o 2007.

Un factor añadido que complica todo este proceso es la desconfianza con que contempla la iniciativa barcelonesa el Bureau des Expositions Internationales (BEI), con sede en París, que otorga las exposiciones universales. Un acontecimiento como el Fòrum, que aspira a tener continuidad, aparece como un competidor, máxime cuando este organismo ha reorientado la exposición universal hacia un modelo de exhibiciones temáticas de formato más reducido. Es el caso de Zaragoza, que aspira a organizar en 2008 un evento sobre el agua y el desarrollo sostenible y aprovechará la propuesta para realizar una transformación de las márgenes del Ebro. Zaragoza compite con Trieste y Tesalónica, que han presentado otros proyectos.