78 víctimas mortales en los 20.302 accidentes de tráfico en la capital

Más de 20.300 accidentes de tráfico se registraron en la capital a lo largo del pasado 2003, según fuentes de la Concejalía de Seguridad y Servicios a la Comunidad. Sin embargo, el número de fallecidos en siniestros de tráfico disminuyó un 17% respecto a 2002, según datos de la Policía Municipal presentados ayer por el edil de Seguridad de Madrid, Pedro Calvo Poch. Éste se mostró moderadamente optimista, pese al incremento de accidentes respecto al año 2002.

El pasado año se produjeron 78 víctimas mortales en las vías controladas por Policía Municipal, 16 menos que las registradas en 2002. Sin embargo, durante el año 2003 hubo 20.302 accidentes, lo que supone un evidente incremento frente a los 19.716 registrados durante 2002. Esta situación ocasionó un 2,5% más de heridos. "Son unos resultados mejorables, pero que nos permiten ser moderadamente optimistas", declaró Calvo.

El concejal atribuyó como factores del aumento de los siniestros al incremento de los kilómetros de vías rápidas en la ciudad y al aumento de la velocidad media, además del aumento del parque de automóviles, así como la nueva normativa que regula la forma de reflejar los accidentes en los partes de la policía.

Sin embargo, la Concejalía de Seguridad y Servicios a la Comunidad también apunta como una de las causas del descenso de los fallecimientos al significativo incremento de los controles de alcoholemia y de velocidad realizados en 2003 por los agentes municipales.

Las pruebas de alcoholemia han pasado de 34.039 durante 2002 a 37.393 en el año 2003. Sin embargo, en estos últimos 12 meses sólo iban ebrios 2.800 conductores, mientras que en los controles de alcoholemia realizados por la policía en 2002 dieron resultado positivo 3.006. Según el concejal Pedro Calvo, este dato es bueno puesto que, a pesar de que ha habido más controles, la realidad prueba que ha disminuido el número de automovilistas que conducen bajo los efectos del alcohol.

Las denuncias por radar muestran también un aumento significativo al subir, en el mismo periodo, de 26.983 a 33.974.

La bajada de un 12% en el número de muertos por atropello -de los 33 fallecidos en 2002 se ha pasado a 29 en 2003- es otro dato positivo que se desprende del balance de la Policía Municipal.

Atropellos

También han disminuido los heridos en atropello, que han pasado de 1.912 en 2002 a 1.900 en 2003, según indicó Calvo, que destacó el hecho de que el 62% de los atropellos mortales tuvieron lugar fuera del paso de peatones, por lo que anunció más campañas de prevención entre los niños, las personas mayores y discapacitados.

En la M-30 han crecido un 5,3% los accidentes (de 1.609 en 2002 suben a 1.695 en 2003), por lo que el Ayuntamiento está ultimando una campaña de seguridad vial para la autovía que contempla, entre otras medidas, el incremento de los controles de alcoholemia y mayor número de radares móviles, así como la puesta en marcha de radares fijos de última tecnología con capacidad para controlar hasta 45.000 vehículos diarios. En la M-30 hubo 10 muertos a lo largo del año 2003 y 1.145 heridos (en el año 2002 hubo 946 heridos en accidentes).

Estos cinemómetros o radares, actualmente en periodo de pruebas, entrarán en funcionamiento en las próximas semanas, medida que "junto a las que permitirá la Ley de Medidas para la Modernización del Gobierno local, como el cuerpo de agentes de movilidad" tendrán, según Calvo, "un efecto positivo en la siniestralidad".

"Pese al aumento del viario de gran velocidad dentro de la ciudad, y pese a que hay más vehículos, el número de accidentes no ha crecido de forma importante y son menos graves porque hay menos fallecimientos, y por eso somos moderadamente optimistas. Sobre todo, si comparamos los datos con otros de siniestralidad en todo el país", concluyó.

Una de las razones por las que ha aumentado la siniestralidad en la M-30 es el incremento de la velocidad que adquieren los vehículos que circulan por esta autovía fuera de las horas punta. Tras la entrada en funcionamiento de la M-45, la Policía Municipal ha observado que en estos tramos horarios ha habido un alto número de camiones que han dejado de utilizar la M-30 y han pasado a usar la M-45. "Al estar más liberada la M-30, aumenta la velocidad media de los automovilistas, y, por tanto, eso ocasiona mayor número de accidentes", señala el concejal Calvo.

Los radares fijos -aún en fase experimental- que hay instalados por la Policía Municipal en dos puntos de la M-30 han permitido detectar que alrededor de 4.200 vehículos al día rebasan la velocidad máxima permitida. Este número de vehículos supone en torno al 10% de los que circulan por el carril controlado por cada uno de los radares, según fuentes del Ayuntamiento.

Calvo no facilitó cuáles son los puntos negros de la capital, es decir, aquellos en los que de forma reiterada se produce un mayor número de accidentes. Sin embargo, fuentes municipales coinciden en que la autovía M-30 es una de las vías urbanas donde se registran más accidentes.