El Año Internacional del Libro organizará la Setmana de Sant Jordi

El boom latinoamericano 40 años después, el exilio cultural catalán, el cuarto centenario de la publicación del Quijote, el primer centenario de la muerte de Julio Verne y un Dia de Sant Jordi convertido en una semana son algunas de las actividades que se están preparando para el Año Internacional del Libro y de la Lectura, que se celebrará en Barcelona en 2005, tras la estela del Año Gaudí y del Fòrum 2004.

Uno de los objetivos del Año Internacional del Libro y de la Lectura es "consolidar Barcelona como capital del libro" y explicar dentro y fuera de España, que es también "una capital de la lectura y de la literatura", explicó ayer su comisario, el periodista Sergio Vila-Sanjuán, coordinador de redacción del suplmento cultural de La Vanguardia y autor del libro Pasando página. Autores y editores en la España democrática (Destino).

Para ello, se está preparando un programa que irá de "lo más popular a lo más especializado". Uno de los ejes será el cuarto centenario del Quijote. "Barcelona es la única ciudad real que aparece en el libro y a través de él entra en la literatura universal. Don Quijote llega a Barcelona, entra en una imprenta, oye hablar catalán...".

El Quijote y Barcelona protagonizarán una gran exposición en el Museo de Historia de la Ciudad, cuya comisaria será Carme Riera. Se editará asimismo un libro con las alrededor de 70 páginas que Cervantes dedicó a la capital catalana, con prólogo de Martín de Riquer y epílogo de Riera.

El CCCB acogerá una exhibición sobre el exilio cultural catalán en Latinoamérica y en Europa, desde Mercè Rodoreda a Xavier Benguerel y Pere Calders, en la que se recordará especialmente sus obras escritas en el extranjero. La tercera gran exposición estará dedicada a Julio Verne, del que, en 2005, se conmemora el centenario de su muerte, y habrá una cuarta sobre Bernardo de Colón, hijo de Cristóbal Colón y uno de los grandes bibliófilos del Renacimiento.

Vila-Sanjuán insistió en que se trata de un preprograma que se irá desarrollando y ampliando a lo largo de este año. Lo que sí está decidido son ya algunos simposios: la novela negra y la identidad europea, que se convertirá en un homenaje internacional al creador de Carvalho, y el boom latinoamericano 40 años después: fue impulsado por la agente literaria Carme Balcells y el editor Carlos Barral y en Barcelona se escribieron novelas como El otoño del patriarca o Conversación en la Catedral.

Uno de los platos fuertes será convertir el Dia de Sant Jordi en la Setmana de Sant Jordi, que incluirá, por ejemplo, una noche de librerías abiertas, entre otras muchas convocatorias. En el aspecto más lúdico y popular, Vila-Sanjuán destacó un gran encuentro de lectura en la Ciutadella durante las fiestas de la Mercè o la Cabalgata de Reyes inspirada en el mundo del libro.

El concejal de Cultura, Ferran Mascarell, explicó que el Ayuntamiento quiere que el Año del Libro tenga la misma intensidad y dinámica que el de Gaudí o el Fòrum. Como paso previo, se organizará este año una mesa permanente de editores, libreros y bibliotecarios. Para convencer a unos y otros de lo positivo de incrementar la colaboración entre ellos, Mascarell reunió ayer a una cincuentena, agentes literarios incluidos, y, tras presentarles el proyecto de 2005, los llevó a visitar tres de las últimas bibliotecas inauguradas en Barcelona: Badalona-Fraternitat, Fort Pienc y El Carmel-Juan Marsé.

Barcelona cuenta ahora con 28 bibliotecas municipales, dijo Mascarell, y este año se inaugurarán otras dos, en Ciutat Vella y Bon Pastor, y otras dos en 2005, en Lesseps y Zona Franca. "En cinco años, se ha pasado de 1.200.000 usuarios a tres millones. En 1998 se prestaron 700.000 libros y en 2003, dos millones. Desde 2001 se han incrementado en un 25% los horarios de apertura, sobre todo, en sábados y domingos". "Si no existiera el sector editorial, este país no tendría el carácter cultural que tiene", afirmó el concejal.