La madre de uno de los heridos tras el derrumbe de un edificio en Cádiz culpa al Ayuntamiento

Juana García, la madre de Juan Antonio Acosta, el joven que aún permanece ingresado en el hospital recuperándose de las numerosas heridas que le produjo el derrumbe de la antigua Academia de Artillería de Cádiz, responsabilizó ayer al Ayuntamiento de este accidente. Según anunció, exigirá al Consistorio que explique por qué no estaba vallado un edificio que, a su juicio, "estaba en ruinas y tenía numerosas grietas en las paredes y el techo". El derrumbe causó el pasado viernes la muerte de Manuel Gallardo Selma, de 15 años, y heridas a otro joven más.

"Esto no se queda así", dijo la madre de Antonio Acosta, quien ha sido intervenido quirúrgicamente en dos ocasiones de la fractura de tres vértebras y de lesiones graves en su mano izquierda, de la que ha perdido el dedo meñique.

Juana García resumió ayer su versión de los hechos: "Mi hijo me cuenta que estaban jugando y tirando piedras con tan mala suerte que, cuando se dieron cuenta, estaban corriendo en el aire. Él tiene pesadillas. Podían haber ocurrido más desgracias porque eso no estaba vallado, aunque la finca está en ruinas".

La madre del joven cuestionó el comportamiento del gobierno local. "Hemos recibido la visita de la alcaldesa y concejales, pero vienen cuando ya ha pasado. Se tenía que haber evitado eso antes (...) porque un edificio no se cae por unos balonazos o unas pedradas. Eso es que está en malas condiciones, como han denunciado además los vecinos", lamentó.

Juan Pablo Rodríguez, el primero de los jóvenes rescatados y que fue dado de alta la misma noche del accidente, declaró a Diario de Cádiz que los tres amigos solían ir al edificio siniestrado y que entraron por la puerta principal del recinto. "Antonio tiró una gran piedra sobre una grieta de la pared y todo comenzó a moverse", afirmó este joven. Quedó atrapado entre los escombros y notó que uno de sus amigos estaba debajo. "Antonio me decía que no parara de hablarle y yo también gritaba a Lito [el joven fallecido], pero no me contestaba", relató Juan Pablo.

El instituto de La Viña, donde estudian los niños, decidió ayer suspender las clases en señal de duelo por la muerte de Manuel Gallardo Selma. Francisco Rodríguez, director del centro, informó también de que el consejo escolar acordó oficiar hoy una misa en memoria del joven fallecido.

La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, tampoco compareció ayer como máxima autoridad municipal para ofrecer la versión municipal sobre este asunto. En su lugar, el gobierno local reiteró su posición respecto a este trágico episodio. En un comunicado de prensa, el teniente alcalde de Hacienda, José Blas Fernández, insistió en que el edificio no se derribó antes porque un informe de los técnicos municipales de Urbanismo detalló que el inmueble siniestrado se encontraba "abandonado pero no en estado de ruina". "En la última visita que los arquitectos realizaron al inmueble no apreciaron ninguna señal de peligro inminente", detalló Blas Fernández, quien defendió que "la actuación municipal ha seguido los pasos administrativos normales, encontrándose ya el proyecto de demolición finalizado y a la espera de su adjudicación".