Los menores se inician antes en las actividades de adultos
Los niños abandonan cada vez antes los juguetes. "Se hacen adultos antes de tiempo", señala el profesor del departamento de Psicología del Desarrollo y de la Educación de la Universidad Complutense, Tomás de Andrés. "Enseguida se les obliga a ser consumidores, a ser triunfadores, a tener éxito. Se hacen mayores a pasos agigantados", prosigue.
Los expertos señalan que ante esta situación, no hay espacio para que el niño pueda vivir una vida propia en relación a su edad. Se dan situaciones como ésta: cuanto más de consumo adulto es un programa de televisión, tanto más les gusta a los pequeños.
Y ocurre que cuando a un niño se le proporcionan permanentemente elementos lúdicos y audiovisuales que no están a la altura de su nivel de desarrollo se produce en ellos una madurez que no es la que le correspondería a su capacidad de comprensión. Viven historias de adultos siendo niños, lo que provoca en ellos unas emociones que no comprenden. "Y esto puede plantear un problema de desarmonía evolutiva que puede conducir a muchas formas de neurosis infantil", advierte De Andrés.
La directora del departamento pedagógico del Instituto Tecnológico del Juguete, María Costa, señala que no es que los niños abandonen los juguetes antes, sino que cambian de juego: chatean con sus amigos a través de Internet, mandan mensajitos por el móvil o se divierten con los videojuegos.
Cuenta Costa que el papel de los padres en el juego del niño es fundamental. "Deben participar en él y no sólo limitarse a montarle el juguete. Es bueno que se siente con su hijo y que le ayude con alguna construcción o que le enseñe algún juego de calle", señala.
Actividades de grupo
Tomás de Andrés explica, además, que es fundamental para aprender lo que él llama "el juego participativo", como policías y ladrones o el parchís. Sin embargo, este experto señala que "desgraciadamente, este tipo de juguete está desapareciendo a cambio del juego por ordenador y los videojuegos, que requieren una acción solitaria".
Los especialistas recuerdan que el juego perjudicial es el que transmite valores negativos y el que no cumple las normas de seguridad.
Sobre si son recomendables los juegos con pistolas, los expertos señalan que cuanto más se parezca una pistola a un arma de verdad, peor. "No podemos evitar que el niño haga de su mano una pistola, pero sí podemos orientar el objetivo bélico y cambiarlo por habilidad. En lugar de disparar sobre personas, podemos ver quién tumba más botes o quién acierta con un arco en la diana", señala Costa.
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