Todas las precauciones son pocas

Poner en entredicho la limpieza del tenis en temas de dopaje me parece muy atrevido. No es que este deporte no sea susceptible de fraude, como todos los demás, pero el programa de control que se está llevando a cabo en él hace prácticamente imposible la utilización de ayudas prohibidas sin ser descubierto. Pueden darse casos, pero saldrán a la luz. El año pasado se realizaron más de 1.500 controles y afectaron a todas las capas de jugadores, incluidos los mejores.

En algunas ocasiones he tenido la sensación de que hay personas que pretenden lanzar dudas sobre la limpieza del tenis y, más en concreto, sobre los jugadores españoles. El poder físico y mental que demuestran en Roland Garros, donde en los últimos años ha habido siempre campeones y finalistas, causa juicios bastante desafortunados y totalmente injustificados. Tras una reunión con el Gobierno francés, realizada a través del Consejo Superior de Deportes, hemos extremado las medidas de seguridad para preservar la honestidad de nuestros jugadores. Cada año establecemos un listado del material desplazado, que es sellado por la Agencia Antidopaje francesa. Cada jugador participante en el torneo absoluto o en el júnior recibe un certificado de los medicamentos que lleva consigo para su uso personal.

En España, los jugadores pasan controles en todos los campeonatos nacionales y en el Masters, la Copa Davis y la Copa Federación y fuera de la competición. El año pasado se realizaron 88 pruebas, siguiendo las directrices del COI, con resultado negativo. Por otra parte, intentamos mantener siempre muy bien informados a nuestros jugadores sobre los peligros de tomar productos que previamente no hayan sido analizados para evitar casos como el que ahora afecta al ATP Tour.

Ángel Ruiz-Cotorro es responsable médico del programa antidopaje de la Federación Española de Tenis.