El Osasuna completa ante el Albacete un mes sin ganar

Osasuna vuelve a la realidad a golpe limpio. Tras un mes sin conocer la victoria, el partido contra el Albacete sirvió ayer para comprobar cómo las prevenciones del técnico Javier Aguirre están fuertemente fundamentadas. Con muchos momentos de buen juego y una sarta de oportunidades en el zurrón, los locales fueron incapaces de lograr una victoria que les hubiese vuelto a situar a la altura de los grandes. Resulta que lo de Osasuna comienza a parecerse demasiado a un globo sonda, del que todos hablan durante un par de semanas hasta que, de repente y sin una razón clara, se deshincha y desaparece.

Los manchegos saltaron al barrizal pamplonés muy valientes y voluntariosos. Presionaron arriba hasta con seis hombres, lo que gripó el motor navarro durante una veintena de minutos y, en uno de los momentos de mayor apretura en la zaga rojilla, un mal entendimiento entre el debutante Expósito y Pablo García permitió que Viaud adelantase a los visitantes entre el asombro de los parroquianos.

A pesar del pésimo comienzo, Osasuna mejoró notablemente con el transcurrir del encuentro hasta borrar del campo al Albacete. El gol de Aloisi supuso el despertar del dominio de los de Aguirre, quienes se deshicieron de sus aprensiones y volvieron al fútbol alegre y vertical de toda la temporada. La vuelta al once inicial de Bakayoko, ausente durante cuatro partidos, y de Valdo, dotó al conjunto de mucha más mordiente que en anteriores encuentros. Pero ni con esas. El meta Almunia cargó con la responsabilidad del equipo y se convirtió en el héroe de los locales. Además de soportar con maestría los embates de los locales, el portero tuvo que aguantar estoicamente las constantes descalificaciones del público, que todavía no perdona que este producto de la cantera navarra se marchase hace cuatro temporadas a la busca de un mejor contrato.

Tras el descanso, el Albacete salió inerme y timorato, delegando su papel en Osasuna, lo que convirtió el choque en un verdadero soliloquio.