'Protectora' de animales
El viernes, a las 19.30, fui a dejar en la protectora de animales un bebé perro que mi hija se había encontrado, porque pensábamos que ellos se harían cargo ya que en mi casa era imposible y habíamos recorrido varias casas de animales, sin que pudiésemos dejarlo. Dijeron que lo iban a matar. Pensé que era un modo de forzar la situación para que nos lo quedásemos nosotras.
A 20.30, ante el disgusto fenomenal que las dos teníamos, otra de mis hijas llamó para decir que habíamos encontrado una casa, y cuál no fue nuestra sorpresa, cuando nos dijeron que ya lo habían ejecutado. En una hora, los protectores fueron capaces de hacer lo que yo no hubiese hecho jamás.
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