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Críticas por la altura del albergue que se alzará junto al Orfeó Martinenc

El edificio, destinado a los jóvenes, tendrá capacidad para 350 camas

Los vecinos han puesto el grito en el cielo. "Orfeó sí, albergue de 14 plantas no". Es el lema que se puede ver en las pancartas colocadas en los balcones para protestar contra la altura del edificio que se alzará en Barcelona junto al nuevo Orfeó Martinenc, en el cruce de la avenida de la Meridiana con la calle del Consell de Cent. El edificio será, con toda probabilidad, el mayor albergue juvenil de Cataluña, con 350 camas, y los encargados de su diseño han querido que su presencia no pase inadvertida: estará recubierto por una malla metálica.

El edificio, situado en el número 97 de la avenida de la Meridiana y que desde su construcción, en 1927, hasta hace tres años había albergado la sede de la entidad Orfeó Martinenc, está en muy malas condiciones. Por ello, el orfeón lleva casi tres años sobreviviendo gracias al cobijo que le han prestado otras asociaciones del barrio, donde ha podido continuar con sus actividades. Ahora, sin embargo, sus miembros respiran más tranquilos porque saben que en el último trimestre de 2005 inaugurarán una flamante sede.

La operación urbanística en torno al orfeón, en el distrito de Sant Martí, también incluye la construcción de un albergue de 12 plantas que correrá a cargo de la compañía Rosa dels Vents. El orfeón, que tenía alquilado el local, adquirió el terreno y ha estado varios meses negociando con varios operadores para elegir a la empresa que se encargará de la construcción de los dos edificios.

El proyecto urbanístico fue aprobado definitivamente por el Ayuntamiento de Barcelona el pasado mes de julio y los vecinos de la zona se quejan de que todo el proceso se desarrolló a sus espaldas y por ello no pudieron presentar ninguna alegación. Su principal queja se refiere a la altura del albergue, fijada en unos 45 metros, que casi duplica la del edificio al cual estará adherido, en la calle de la Corunya. En las pancartas de los vecinos de este inmueble se pueden ver frases como "Albergue de 14 plantas no". El presidente del orfeón, Jordi Gras, puntualiza este aspecto: "No son 14 plantas, sino 12, pero ellos también cuentan la planta baja y el altillo".

"No estamos en contra del orfeón, pero no queremos que se construya un edificio tan alto porque rompe con toda la ordenación de la zona", dice Conxita López, presidenta de la comunidad de vecinos. El vicepresidente de la Asociación de Vecinos del Clot-Camp de l'Arpa, Marcel.lí Belloso, también denuncia que todo el proyecto se ha llevado a cabo "a escondidas" de la entidad. Supone que ha sido por la cuestión de la altura. Además, creen que el barrio tiene un déficit de equipamientos públicos y que se podría haber aprovechado la operación para construir una guardería o una residencia.

El concejal del distrito, Francesc Narváez, niega las críticas de los vecinos y asegura que se les enseñó el proyecto en su momento. En cuanto a la altura, Narváez sostiene que no hay nada que decir porque no existe ningún tipo de limitación y porque ha pasado por todos los trámites pertinentes. "Sobre los equipamientos que reclaman poco podemos hacer ya que se trata de una propiedad privada, y la construcción de un albergue coincide con la calificación del terreno", añade el concejal.

El arquitecto del proyecto, Jordi Romeu, defiende la altura del albergue: "Después de hacer todos los estudios vimos que quedaba totalmente justificado edificar una planta baja más 12". Romeu explica que justo en esta esquina de la Meridiana se encuentra uno de los puntos donde el arquitecto y padre del Eixample barcelonés, Ildefons Cerdà, empezó a trazar su plan. "De aquí la idea de construir un edificio singular", dice. "En términos urbanísticos es un hito".

El edificio estará forrado de una malla metálica. Romeu, a quien le gusta definir este singular albergue como "una banderola que mira al mar", dice que este material se utiliza mucho en proyectos arquitectónicos en Alemania, EE UU y Francia. El arquitecto inscribe su proyecto en el eje cultural situado alrededor de la plaza de las Glòries. Aquí y en el entorno del Teatre Nacional y el auditorio, la arquitecta Zara Hadid diseñará la plaza de las Artes. Además, a pocos metros del nuevo Orfeó Martinenc se está construyendo la torre Agbar, de Jean Nouvel.

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