Joaquín Nin-Culmell, compositor

El compositor, pianista y pedagogo hispanoestadounidense de origen cubano Joaquín Nin-Culmell, hijo del también compositor cubano de ascendencia catalana Joaquín Nin Castellanos y hermano de la escritora Anaïs Nin, falleció anteayer en la ciudad californiana de Oakland a los 95 años. Hombre cosmopolita, Nin-Culmell, nacido en Berlín en 1908, durante una estancia de sus padres en la capital alemana por motivos artísticos, siempre tuvo la música como referencia, aunque su padre no parecía que tuviera demasiado interés en que se dedicara a ella. "Cuando de pequeño me acercaba al piano, él me pegaba", explicó en 1987 en una entrevista a este diario. La oposición paterna, sin embargo, duró poco, porque Nin-Castellanos abandonó muy pronto, en 1912, a toda la familia, su esposa, Rosa Culmell, cantante, y sus hijos, Anaïs, Thorvald, que fue hombre de negocios, y el pequeño Joaquín, durante una estancia en Barcelona, ciudad en la que Joaquín empezó a estudiar música en 1913 con su propia madre y la soprano Conchita Badía. Un año después la madre decidió trasladarse a Nueva York, ciudad que consideró más adecuada para educar a sus tres hijos.

En 1924, Nin-Culmell se trasladó a París, donde empezó a estudiar en la Schola Cantorum. Estudió piano con Ricardo Viñas y Alfred Cortot y composición con Paul Dukas y Manuel de Falla, con quien mantuvo una estrecha amistad hasta la muerte del compositor gaditano. Como pianista fue un incansable divulgador de la obra de Falla y de todos los músicos españoles contemporáneos, y como compositor, su obra evidencia la huella que en él dejó el compositor de Cádiz.

Abandonó París, donde también se había trasladado su madre y sus dos hermanos, en 1932, y a partir de ese momento sus visitas a España, donde debutó como pianista en 1930 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, fueron frecuentes -y pasó varios veranos, entre 1931 y 1934, en Granada, donde prosiguió sus estudios con Falla- hasta el estallido de la Guerra Civil.

En 1938 regresó a Estados Unidos, donde empezó a trabajar como profesor de música en el Williams College de Massachusetts. Entre 1950 y 1974 dirigió el departamento de música de la Universidad de California, cargo que compaginó con su labor como concertista de piano y su carrera como compositor.

Sus canciones, junto con las partituras que compuso para piano, son sus obras más grabadas. De su discografía cabe destacar la publiación en el sello Marco Polo de la integral de su obra para piano a cargo de María Luisa Cantos. Alicia de Larrocha también grabó un disco con sus Tonadas para piano y recientemente Columna Música ha publicado un disco con una selección de sus canciones a cargo de la mezzosoprano Elena Gragera, acompañada al piano por Antón Cardó.

Pese a su origen cubano, donde sus padres vivían, Joaquín Nin-Culmell, que adquirió la nacionalidad estadounidense en la década de los cuarenta, siempre se sintió muy próximo a España, y el 9 de febrero de 2001, el Consejo de Ministros español le concedió la nacionalidad española a propuesta del Ministerio de Justicia. De 1956 a 1959 vivió en Barcelona y frecuntó sus viajes a España, donde durante muchos años fue jurado del Concurso Internacional de Ejecución Musical María Canals de Barcelona.-