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Reportaje:

Deportes con ilusión y sin barreras

Una fundación consigue que personas con graves discapacidades practiquen esquí, vela o equitación

Hay personas capaces de esquiar en la nieve o en el agua, montar a caballo o practicar la vela que, sin embargo, tienen serias dificultades a la hora de moverse de forma razonable por una ciudad como Madrid. Se trata de gente que, a pesar de padecer graves discapacidades físicas o psíquicas, no tienen demasiados problemas a la hora de practicar deportes de cierto riesgo al lado de personas sin minusvalía alguna.

Esto, que suena a cuento o fantasía, es lo que viene demostrando desde hace siete años la Fundación Deporte y Desafío, una institución sin ánimo de lucro que ha llevado a esquiar a la nieve, o a practicar vela en el agua, a montar a caballo en el campo o a practicar el esquí náutico a personas en sillas de ruedas, a jóvenes con parálisis cerebral, a ciegos, a niños con síndrome de Down, amputados, tetrapléjicos y a personas con todo tipo de discapacidades, físicas o psíquicas. "Intentamos demostrar que las barreras están en la mente. Si se consigue eliminarlas, se puede hacer cualquier cosa. Queremos dar a entender que practicar un deporte puede cambiar la vida de alguien que sufre una discapacidad", declara Jorge Pérez de Leza, fundador de Deporte y Desafío.

Guille, de nueve años y con parálisis cerebral, practica esquí y golf desde hace tres temporadas
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La clave, un equipo adaptado

Otra barrera que tampoco existe en este caso es la económica. Desde el principio, la fundación ha tenido vocación de llegar a cualquier familia. Así, por ejemplo, un cursillo de esquí de cinco noches de duración, con tres horas de clase diarias, el material adaptado y, si es necesario, un acompañante, supone 240 euros, algo que se consigue mediante el patrocinio.

Que la vida cambia para un discapacitado después de practicar estos deportes es uno hecho que la fundación viene constatando desde sus inicios. El propio Pérez de Leza lo vivió en primera persona, y de ahí su empeño en crear esta fundación, entre cuyos méritos está ser pionera en organizar actividades deportivas no tradicionales para discapacitados, prácticas que se desarrollan en un ambiente completamente normal, de ahí su gran valor integrador. Lo sabe también Mercedes Rothe, madre de Guille, un niño de nueve años vecino de Galapagar que nació con parálisis cerebral y lleva tres temporadas practicando esquí y golf con Deporte y Desafío.

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"Desde que hace deporte, ha comenzado a andar. Y a mí me habían dicho los médicos que nunca se iba a levantar de la cama. Desde que empezó a esquiar, hace tres años, ha pegado un cambio increíble. Y, aunque no mejoren físicamente, internamente crecen, crecen de una manera que nosotros no somos capaces", relata Mercedes, que añade: "Uno teme al fracaso, piensa que su hijo está mal y que no va a poder hacer nada, pero eso no es así. Hay que ir probando para ver hasta dónde pueden, y ellos solos se van superando. Yo, en la primera bajada que veo cada año me emociono. No lo puedo evitar".

"Hoy, con la tecnología y materiales que hay se puede hacer de todo", afirma Pérez de Leza, un ingeniero industrial de 35 años que es parapléjico desde hace once. Un año después de sufrir el accidente que le daña irremediablemente su médula espinal, viaja a Estados Unidos para estudiar un master. Allí, leyendo una revista, descubre la posibilidad de volver a ponerse unos esquís. Y él, un esquiador empedernido, no le da más vueltas. En Utah comprueba que es posible esquiar y disfrutar como antes. El milagro consistía en un equipo para deslizarse sobre la nieve que lleva un pequeño asiento acoplado a un esquí. Del equilibrio se ocupan los brazos con la ayuda de dos bastones cortos que terminan en forma de esquí. "La sensación fue increíble. Y no sólo por hacer deporte, sino porque de pronto tus limitaciones desaparecían. Comprendí que la barrera está en el cabeza y que, si consigues eliminarla, puedes hacer cualquier cosa", relata.

A partir de ese momento, surgió la idea de poner en marcha en España algo parecido, una iniciativa para la que contó desde el principio con el apoyo de sus amigos. "Nos dedicamos a deportes alternativos, a aquellos que se piensa que nunca podrá hacer un discapacitado. No vamos al deporte de élite, la idea es hacer cuna, crear una base para que esto se desarrolle en España". Así han ido trayendo a monitores especializados en cada deporte de todo el mundo que poco a poco van formando un profesorado en España.

Fundación Deporte y Desafío. Tel 91 435 24 13. www.deporteydesafio.com

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