Más extranjeros, menos vascos
Seis de cada diez visitantes del Museo Guggenheim Bilbao procedían en 2003 de fuera de España
Los vascos cada vez acuden menos al Guggenheim. Si en los primeros cinco años de funcionamiento del museo llegaron a representar el 20% del número total de visitantes, en 2003 sólo llegaron a la mitad. La mayor parte del público que el Guggenheim atrajo el pasado año -seis de cada 10 personas- procedía del extranjero, mientras que el numero de vascos empataba con los catalanes que se desplazaron hasta Bilbao para visitar sus exposiciones. El Guggenheim cerró el último ejercicio con 874.807 visitantes, lo que supuso una subida del 3% respecto a 2002, pero no llega a cubrir la pérdida de 70.000 registrada en ese ejercicio.
Los visitantes procedentes del resto de España se mantuvieron en torno al 30%. El director general del Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte, interpreta que la creciente importancia de los visitantes extranjeros -cinco puntos por encima de la registrada un año antes- confirma la vocación de revulsivo de la actividad económica del museo. A pesar de los años transcurridos, el Guggenheim sigue presentando anualmente los datos del impacto de sus actividades en la creación de riqueza en el País Vasco. Según sus cálculos, el funcionamiento del Guggenheim generó en 2003 unos ingresos
en las haciendas vascas cercanos a los 28 millones de euros
en concepto de impuestos y contribuyó al mantenimiento de 4.500 empleos. El estudio anual señala que los sectores más beneficiados siguen siendo la hostelería y el comercio.
Vidarte reconoció que aspira a captar más público del País Vasco para detener el progresivo descenso. Si en 2002 el 12% de los visitantes tenían su domicilio en Vizcaya, un año más tarde los vizcaínos sólo llegaron al 7%; los guipuzcoanos pasaron del 3% al 1% y los alaveses del 2% al 1%.
El colectivo escolar creció en 2003 hasta superar los 28.000 niños, gracias a la presencia de grupos procedentes de fuera del País Vasco en los programas educativos, que representaron más de la tercera parte del total.
El Guggenheim afronta 2004 con una previsión de afluencia de 850.000 personas, lejos de su récord histórico de 1.300.000 visitantes de 1998, el año siguiente a la inauguración del museo. Sobre esta base y el apoyo económico de los patrocinadores el Guggenheim podrá mantener su autofinanciación en torno al 70% del presupuesto de 24,7 millones de euros. El resto, unos 7,4 millones, procederá de las subvenciones del Gobierno vasco y la Diputación de Vizcaya. La programación que el Guggenheim ofrecerá para lograrlo incluye una retrospectiva de James Rosenquist (de mayo a octubre de 2004), una exposición monográfica de Mark Rothko (de junio a noviembre de 2004) y otra dedicada a Jorge Oteiza, fallecido el pasado mes de abril, que será organizada por la comisaria independiente Margit Rowell (de octubre de 2004 a enero de 2005).
El Guggenheim presentará en septiembre, coincidiendo con la celebración en Bilbao del XX Congreso del Instituto Internacional para la Conservación de Obras Históricas y Artísticas, la exposición Un Picasso escondido. Mostrará el resultado de una investigación realizada en Estados Unidos, que descubrió mediante técnicas radiográficas la existencia bajo el cuadro Rue de Montmartre de una escena muy similar a otra pintura de Picasso de la misma época.
Dibujos renacentistas
Para cerrar el año, el museo volverá su atención al arte del Renacimiento, con la muestra Miguel Ángel y su tiempo, una colección de dibujos de maestros italianos seleccionada de los fondos de la Albertina, de Viena.
Cinco nuevas presentaciones divulgarán el contenido de la colección permanente de los museos Guggenheim a lo largo de 2004. Entre ellas estará una serie de obras de arte pop que se mostrará como contexto de las creaciones de Rosenquist, las video-instalaciones más recientes de Bill Viola, incluidas las creadas por encargo del Guggenheim Berlín, y las obras de los contemporáneos Gerhard Richter, Lawrence Weiner y Rachel Whiteread.
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